Pude sacarte de mi cabeza, pero nunca de mi corazón.

El timbre de la puerta sonó, como de costumbre nunca pregunto quien es. Al abrir, algo me sorprendió, y nunca creí que después de meses sin verte, serias tú quien esté del lado de afuera esperando pasar.
Me quede unos segundos largos mirándote, solo observándote fijamente, creyendo que era una mentira que estés ahí, pero eras tu, y no había dudas de que has vuelto porque hay algo que ya no aguantabas mas. Algo te inquietaba.
El silencio ocupaba la habitación, la luz tenue que alumbraba aquel rincón cerca de la escalera, donde había sido nuestro primer beso, nos puso algo nerviosos.
Al afligirnos, dejaste salir un leve suspiro.. "Te extraño". Fue leve, como si tu alma se hubiera despegado de tu cuerpo, fue tan suave y sincero que casi empiezo a llorar. Pero solo me quede mirándote, y pensando dentro de mi...
[Tanto tiempo te he dicho lo mismo, sin obtener respuesta igual. Noches enteras sin dormir, días sin comer, recostada en la cama sin ganas de nada, esperando una respuesta en el teléfono que nunca iba a llegar. Esperando por vos, tanto tiempo. Hasta el día que me resigne y comencé a seguir con mi vida, a seguir sin vos.
No fue fácil, cada día fue difícilmente duro y devastador, pensar en los años juntos, acordarme de todos los momentos vividos, mirar aquellas fotos y llorarte, era una carga pesada para llevar adelante, pero me acostumbre a vivir con el dolor.
No pensé en decirte todo esto una vez mas, dejé mi orgullo aquel día de junio, y nada pude cambiar.
Me duele que vuelvas ahora, ahora que pude por fin sacarte de mi cabeza, ahora que estoy con alguien, y estoy feliz. Vienes a arruinarme, porque sabes que muy en el fondo, la única persona a la cual voy a aceptar siempre, es a ti.
Y de que me sirve dejar todo lo que tengo, mi felicidad a un lado, si tu no me amas. De que valdría abandonar a la persona que esta junto a mi, por alguien que mañana no sabe lo que siente.]
Volviendo al momento en el que estaba mirándote... realmente no se que decirte, porque por momentos te extraño como loca, y otros en los que estoy muy feliz sin ti. Lo único que puedo decirte es que espero que vuelvas con tu vida, pero no salgas de la mía. Búscame, llámame, cruzate en mi camino, no apartes tus ojos de mi, y en el momento en que me acostumbre a extrañarte como
antes, voy a esperar por ti.
Compartimos nuestro ultimo beso, y te dejo ir...
Pude sacarte de mi cabeza, pero nunca de mi corazón.
Agustina.