30/11/14

No eres tú quien puede sanarme.

Ella observa la oscuridad acercarse cerca de las ocho y media. Se sienta en el sauce llorón, ya que se puede identificar con el. Sueña con salir de este lugar algún día. Dice que nunca se ha sentido en casa, incluso en su propia piel. Encuentra consuelo dentro de historias y cuentos de hadas. Lo que sea que tenga un final feliz, no puede faltar. Sé que eres débil y estás aguantando.
No quiere hablar acerca de eso, por que le duele. No quiere pensar en él, se pone a recordar, y llora.
Siempre es la chica abrumada al final, quiere vivir una vida real y no solo fingir.
Pero ella no me ve aquí parado en frente de sus ojos. Ella necesita a un hombre que la cuide y la proteja, pero siempre voy a ser un extraño para ella.
Sueña con risas, compartiendo todo con su alma gemela que nunca encontró. Sueña con padres de plástico, que nunca la decepcionarán. Ella es un juguete que esta roto.
Ya no tenia ganas de hablar, su mirada estaba perdida en algún rincón. Sus manos pálidas solo acariciaron las hojas, y se sentó sobre sus rodillas. La vida era cruel, y todos la abandonaron. Ella simplemente decidía alejarse, pero siempre había alguien allí, que ella no podía ver.
Levantó su mirada triste y me dijo: "Aunque tú lo quieras, aunque tú trates, no puedes parar la lluvia. Por la primera vez, no eres tú quién puede sanarme. Necesito algo de distancia para encontrar otro camino. No es tan fácil, el dolor es una carga tan pesada... Estaré rota y lo sé, pero voy a tener que vivir así.
Sáname... pero no eres tú...
Agustina.




Las alas rotas no vuelan.

Durante toda la noche mirando el techo, contando los minutos, me he estado sintiendo de esta manera, tan lejos y tan sola.
No puedo hacer las cosas mal, no puedo hacer las cosas bien. Me siento tan triste esta noche, quisiera que alguien lo sintiera y así entender la manera en la que pienso. Estoy al borde del suicidio, y quisiera que alguien lo sintiera.
Estoy tan indefensa cariño... He estado pensando en todo lo que hacíamos, recostada en el sillón viendo el reloj, las horas siguen pasando y mi cigarrillo se deterioró. Intenté olvidarlo, pero no puedo, porque aquellas noches haciendo el amor, fueron una marca para mi.
Ver como cada fecha en el almanaque esta cambiando, realmente me duele, porque sé que pasan los días y desapareciste por completo. Trato de borrar todo el dolor de aquella vez, él rompe conmigo, y yo me desmorono.
Todos los días la misma rutina de encerrarme aquí, estar al lado del teléfono por si llamas, y atenta a la puerta por si entras...
Estoy con una expresión en blanco ahora. Esto me esta matando, porque yo soy lo que tu necesitas, pero tu cierras los ojos en mi.
Revisé mi identificador de llamadas, hay muchos números menos el que quiero ver. Me he estado cayendo a pedazos, desde que te fuiste no sé por donde debo empezar. Si te digo que te amo...¿acaso importaría?.
Quise salir de aquí, irme lejos. Estaba un poco ebria, y por lo tanto tomé el coche, pero no llegué muy lejos, porque en la radio sonaba cada una de las canciones que canté contigo. Y las lágrimas cayendo por mi rostro otra vez, y el cielo se tornó oscuro de repente.
Sé que ya no hay vuelta atrás. Elegiste aquel camino y ahora nos alejamos. Ya es muy tarde, siento la sangre caer. Me golpeó al suelo y todo se vino abajo. Los recuerdos se fueron, y el ayer se perdió en el tiempo. Es en cámara lenta, que me tienes atrapada dentro de tu mundo.
Él me dijo una vez.. "Cobardemente afrontaras todo esto sola.". y sola me quedé, pero no pude afrontarlo.
Desearía ser un ángel...extendería mis alas y volaría lejos, pero estoy atascada aquí en el suelo.
Agustina.

Amor de verano.

Ella dejó sus zapatos en la playa, dejó mis sueños fuera de su alcance. Ella dejó sus huellas en la arena, y se me hizo difícil alcanzarla.
Conocí a una chica que me hizo reír, ella venía de otra ciudad, a muchas horas de aquí. Ella me hizo quererla, y solo me dejó una pálida fotografía.
Me pareció oír su voz en la ventana, y yo cantaba entusiasmado mirando hacia arriba, pero sólo estaba soñando, eran visiones en mi cabeza, estaba hablando en mis sueños, dando vueltas en mi cama, extrañando aquel amor de verano.
La vida era tan completa cuando estaba aquí. Me hacia sentir como un niño, me hacia ver el mundo con una sonrisa. Conocí a una chica que hablaba por demás, era divertida y sensible, ella era diferente a todas las que conocí. Vi el océano en sus ojos, me vi a mismo sin reconocerme, y todas las estrellas en el cielo cayeron como la lluvia y me hizo llorar.
Sostuve el mundo justo en mis manos, la abrasé, pero ya no.
No soporto la distancia, porque ya no quiero estar lejos de ti. Mucho tiempo separados, me estoy volviendo loco.
Cada vez que camino sobre la arena, me recuerda a las caminatas contigo por aquí. Cuando las luces de la ciudad iluminan mi cara, solo estas tú corriendo por ahí mirando hacia atrás, y siento que eres la luz que me falta. Escucho al viento decir tu nombre, y eres la razón por la que vuelvo a casa, pero no hay nadie sentado en la vereda, esperando por mi.
Sigo soñando que volverás, pasan los meses y deseo que llegue el momento en el que pueda tenerte en mis brazos otra vez. Extraño tu mirada, tus tonterías y nuestras charlas cerca del agua. Estoy pensando en aquellos días en los que corríamos hasta fundirnos en el mar. En el atardecer, en que casi te besé. Y en tu expresión de sorprendida mirándome fijamente los ojos.
Ahora camino en esta playa sin tu mano, y las personas me preguntan cuando volverás, que ya mi sonrisa no es abundante, que algo me falta. Desde que te fuiste, me afecto bastante. No quiero recordar nuestra despedida, no quiero que pasen mas años sin verte. Te necesito aquí, para recordar lo que fuimos. Hazme sentir otra vez que se siente sentir, y rompe esta distancia sobre mi...
Agustina.

No quiero amarla.

Tengo todo empacado, listo para salir de aqui, pero entonces llamas, y me dices que no me vaya, que soy quien trae luz a tu vida.
Y yo, no quiero amarla, no la quiero aqui en mi vida, No la quiero cerca de mi, pero ella me convence con sus mentiras. Es una persona tan difícil de dejar... pero yo no podía romper tu corazón como lo hiciste con el mio ayer.
¿Puedes verme flotando sobre tu cabeza?, mientras te acuestas en la cama pensando acerca de todo lo que no hiciste, porque decir “te amo”, no tiene nada que ver con lo que significa.
Y ya no confió en ti, porque cada vez que estas aquí, tus intenciones no son claras. Paso todo el día esperando por una llamada que sé que nunca llegará.
Solía pensar que eras la única, y ahora me enferma pensar en eso.
Así no se suponían que fueran las cosas. Tomaste mi mano y me dejaste solo un rato después.
¿Recuerdas como solíamos reírnos?, ¿recuerdas como se sentía cuando te tocaba?... Porque yo recuerdo muy bien.
No me anticipes que me has estado extrañando, y que me necesitas. Ya no hay nada que puedas decirme o hacerme, porque te llamé para hacerte saber que terminé contigo.
Agustina.

Él y ella...

Él la conquistó, la enamoró, y él estaba en otra. Al pasar los meses, la abandonó, y ella lo único que supo hacer era llorar en la cama desde el día a la noche, suplicando que regrese. A él no le importó, nunca la vio, jamás preguntó por ella durante ese año. Ella finalmente pudo salir adelante, conoció gente, volvió a salir con otro chico, aunque siempre supo que no iba a ser lo mismo.
Ella tenia el corazón roto, y no había nadie allí que pudiera arreglarlo. Él había roto sus piezas, pero quiso volver a recomponerlas.
En el mes de octubre, volvió a buscarla, ella estaba insegura, pero todavía lo amaba.
¿Que pasaba en la mente de aquel chico? ¿Y como aquella chica podía volver a confiar en el?...
Y entre rechazos, dudas, encuentros y desencuentros.. se dio cuenta de que no podía ignorar sus sentimientos. Ella le dio una oportunidad, no podía permanecer lejos de él otra vez. ¿Y qué si salia otra vez algo mal?, ¿Y qué si le tocara sufrir de nuevo? valdría la pena intentarlo.
Y él la cuido, le enseñó muchas cosas que ella no sabia, la ayudó, la llevó a casa. Hizo que se sintiera como en su hogar. Estuvo en un lugar cálido allí en sus brazos, y el la protegió. Se quedó junto a ella, demostrándole que nunca la olvidó, que estaba feliz durante el tiempo en que no la veía, pero una tarde ella se cruzó en su camino, y su cara cambio de repente a un tono triste. Los recuerdos, la forma de mirarse y sonreírse, ese idioma al mirarse sin decirse nada, eso fue lo que hizo que removiera cosas en él que despertaron. Él la amaba, y tuvo que perderla, para darse cuenta que ella era lo que el necesitaba para ser mejor y sentirse alguien. Él sabia que iba a ser amado, que ella estaría ahí siempre.
Ahora él despierta al lado de alguien, y en su mirada se le nota que esta todo bien, que algo cambio y ya no es el de antes. Ella no quería cambiarlo, ella quería sentirse amada. Ella lo eligió a pesar de todo el dolor, entre una multitud, ella lo escogió a el. Ya no le importaba si estaba bien, o estaba mal, solo quería estar junto a el un momento más. Quería llorar en sus brazos, y no volver a perderlo.
Agustina.