"Existía un lugar en donde deambulaban nuestros recuerdos, las risas volaban y las lágrimas se escondían detrás de las sonrisas. Las palabras se esfumaron, todo era oscuro y silencioso. En el cielo se mostraban imágenes de cuando éramos un par de tontos, y como fuimos creciendo de la mano del otro. También encontramos en un rincón, aquella carta de despedida, aquella que decía entre hojas descoloridas, que nunca más volveríamos a dejarnos. Una vez fuimos unos despiadados, descuidamos al amor y solo nos dejó un pálido desencuentro entre tu cuerpo y el mio. Y no volverá a suceder, porque hemos aprendido que vivir sin el otro, no es vivir.
Y así permanecimos, amándonos entre los días, las noches, amando aquellos tiempos donde los dos callados en silencio, nos contemplábamos sabiendo que el dolor nos consumía, pero juntos, algún día cesaría."
Agustina.