9/3/16

No dejé de amarla aún.

...Y fue muy extraño. No dejé de amarla aún. Y sé que jamás podríamos volver a ser felices. La sonrisa de mi rostro te la llevaste tú. Y la nostalgia y la tristeza se hicieron dueñas de mí.
Quién iba a decir, que todo iba a terminar así. Ojalá algún día comprendas por qué me voy. Dejo nuestra historia plasmada aquí, para que cada vez que me necesites me encuentres fácil. Físicamente me marcho, pero un pedacito de mi alma se queda contigo...
Caminaba sin rumbo, en compañía de un viejo amigo, y te vi: con la mirada perdida, desorientada, con el peso de la soledad que cargabas en tus hombros. Cansado de dar vueltas en círculos, después de saludar a la misma gente de siempre, las mismas caras de todos los sábados, te vi, sentada en el cordón de la calle; te vi y me enamoré de tu belleza, de tu soledad. Ya no quise caminar más.
Pasaron los meses y ¡Cómo esperaba los fin de semanas, para tenerte en mis brazos!... qué felicidad irte a buscar, tan lejos de casa, para estar juntos... Pensar que el día que nos conocimos terminamos hablando por horas. Nuestro primer beso.. la inocencia.. los bellos tiempos.
Tanto tiempo juntos, que ahora me duele y me pesa tanto la soledad. Me acostumbré tanto a ti, que ahora sólo siento el vacío que queda recorriendo la casa. Te veo en todos lados amándome. Eras y serás siempre quien me despertó de ese largo viaje llamado: rutina.
 ...Me voy amor, por que ya no puedo vivir así: preocupado, esperándote, preocupándome si estás bien, si alguien te lastima y yo tan lejos... Ya no puedo concentrarme en mi trabajo, ni en mis estudios y vivo imaginándome los pensamientos más oscuros y horrorosos sobre ti. Ya no eres la que yo conocí. Y pasé de ser el amor de tu vida, a un desconocido.
Nunca te olvides que en los peores momentos, siempre estuve ahí, firme a tu lado, compartiendo tu tristeza, tus miedos y tus angustias; y aquellos días en mi ciudad, en los que con tan poquito nos divertíamos tanto. Nos teníamos el uno al otro.
Amor, si te cansé con mis sermones es porque te amé de verdad: con el alma, la mente y el cuerpo, que siempre me puse en tu lugar y en tus necesidades, que traté de dártelo todo y hasta lo que no tuve...
Guárdame en uno de tus cajoncitos de madera como lo más puro que tuviste, y no vuelvas nunca hacia atrás, siempre para adelante. Que ojalá algún día encuentres a la persona que sea indicada para ti. No pierdas tus ganas de bailar y de reír siempre. Y acuérdate que lo material va y viene siempre, pero el amor perdura con el paso del tiempo. Que no estas sola, que nunca es tarde para empezar de nuevo, una nueva vida.
Me voy lejos, pero tranquilo, para matar de a poco tu recuerdo. Que te quedes tranquila que voy a estar bien, y que aunque ahora soy prisionero de mi angustia, sé que mañana...mañana de nuevo sale el sol para los dos.
Te guardo para siempre en mis recuerdos mas preciados...
Te amo.
Agustina.