30/12/14

Se ha ido el amor.

Recuerdo tu forma de andar por el mundo, con tus manos en los bolsillos pretendiendo que nada te importaba. Recuerdo tu mirada desorientada, queriendo escapar de mis ojos cada vez que te miraba. Hoy se me pasa la vida encendiendo cigarrillos, preguntándome a diario si serás feliz. No te sientas culpable, es culpable la vida que te empuja, te obliga, y te aleja de mi.
Conforme fue pasando el tiempo, arrugábamos sábanas, y una de tantas veces me hiciste mujer. Éramos todo aquello que se puede soñar, éramos todo aquello que es tan difícil lograr. Eramos...
Y aunque todo terminara así, yo no renunciaré a tu amor, a tus besos, a tu cuerpo y tu voz, a las horas contigo en tu cuarto sintiéndote en mi, y yo en ti. No renunciaré a tu piel, a la forma que siempre te amé, al perfume que deja tu cuerpo en mi cuerpo, al sabor de tu boca, no renunciaré.
Ven a mi, que a partir de mañana otra mujer será la dueña de todo lo que mas adoro, la dueña de tu alma, tu cuerpo y tu amor. Ven a mi, que no sepan tus ojos que es la ultima vez que tus labios me besen, que tu cuerpo me abrace, que tus ojos reciban mi ultimo adiós.
Hay que aceptarlo, no somos los de antes. El reconciliarnos una y mil veces creo que no es la solución. Hay que aceptarlo, perdona mi llanto, me duele hasta el alma, pero nadie engaña a nuestro corazón. Porque el fuego lo apagamos con lagrimas, porque en vez de dar mas, dimos menos, por perdernos en orgullos absurdos que no hacían mas que herirnos y amargarnos la vida.
Se ha ido el amor, de descuido en descuido. Se ha ido el amor, nos hicimos la guerra y perdimos los dos.
Se que es muy triste... nos invaden recuerdos, era casi una niña cuando aquel primer beso me hizo llorar. Mas hay que aceptarlo, así es el destino, a veces nos regala, a veces es un ladrón.
Aquí, todo sigue igual que antes, yo estoy sola como nunca, por eso escribo lo presente, y no pretendo que hagas nada, solo quería asegurarme que lo supieras.
Agustina.


Nuestra casa es un cementerio.

...Porque ya hace varios meses que no se hablan, ya no comparten la misma cama y no nos besan antes de dormir. Pareciera que las cosas han cambiado inesperadamente y el amor que sentían, por una de estas puertas se marchó.
Se escucha la televisión despacio, aquel sonido abrumante se esfumó. A veces desearía solo escucharlos a distancia, porque sus discusiones se convirtieron en rutina por las mañanas. Y ya no sienten amor en sus huesos, el daño esta hecho y ninguno sabe como repararlo, ambos aceptaron que los años mataron a sus corazones, pero nadie habló del tiempo que pasó.
Esta casa se ha convertido en un cementerio, porque los muertos no hablan y no viven. Esta casa es un desastre desde que murió la esperanza, desde que el dolor se apodero de cada rincón. Vivimos muriendo diariamente, porque ya no queremos mirarnos a la cara y decirnos nada.
Porque duele cada palabra que escuchas, el amor para ti ya no significa lo mismo como cuando tenias 15. Ahora te sientes como una simple cosa que esta rota, ya no hay lugar para los dos en esta habitación.
La mesa es un caos de objetos, cae la noche y todo es silencio. Nuestra casa es un cementerio, cada uno con lagrimas en sus ojos dice adiós, porque aquí ya no podemos permanecer juntos nunca mas.
Agustina.