"Y te ponías triste con una velocidad impresionante y era tan complicado ponerte contenta. Era fácil deducirlo. Estabas triste porque querías y retenías ese sentimiento. Y cuando alguien intentaba hacerte feliz ponías ese muro. Entonces pensabas en las peores cosas y dejabas de lado las buenas. Y te ponías peor, y cada vez peor, más triste, y querías morirte, desaparecer, no estar aquí. Entonces te dabas cuenta que estabas, que existías, que era imposible irte y comenzaste a pensar en lo bueno. Y después de todo ese mar de quejas y de lágrimas, después de ese alboroto, ese combate con tus pensamientos y tus dudas. Por raro que parezca: Comenzaste a reír."
Agustina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Te ofrezco mis lineas..
Comentá. Puedo dedicarte una historia.♥