Tiempos difíciles.

Ni siquiera hablamos más y ni siquiera sabemos sobre que discutimos. Ya ni siquiera nos decimos Te amo... porque decir como nos sentimos ya no esta permitido.
Algunas personas resuelven las cosas, y algunas solo no saben como cambiar.
Ahora todos pueden ver las lagrimas en nuestros ojos, pero negamos el miedo que sentimos en nuestros corazones. Quizás ese es un miedo que no podemos ocultar, porque todos saben que ambos estamos destrozados. Porque nos lastimamos el uno al otro, porque echamos al amor lejos.
Ella me dijo por la mañana que no siente lo mismo sobre nosotros en sus huesos. Me parece que cuando muera, esas palabras se irán conmigo.
Y no sabemos como llegamos a meternos en este lío, solo haciendo cosas que nos frustran. Y hemos estado tratando de hacer que funcione, pero estos son tiempos difíciles.
Esta vez, cuando las luces mueran y no haya nadie a quien culpar, será cuando me necesites. Y ahora, con las luces apagadas y tus ojos entreabiertos, sé que me ves cuando me levanto de la cama. Si tan solo despertaras y tomaras mi mano, podría acostarme a tu lado y hacer que funcione.
Me tienes aqui suplicando, ¿no te gustaría ayudarme a mantener esto con vida...?
Agustina.