Estoy un poco cansada, cansada de todo. De esforzarme, tratar de seguir adelante, de la cruel frialdad de la vida. Recuerdo hace unos años, le escribía al amor, a la felicidad, todo se resumía en eso, versos al deseo, al beso que condena y al acto que destruye. Ahora le escribo al aire. Cómo cambian las cosas, los sentimientos, las personas. Todo se mueve en dirección incorrecta, las palabras se acaban y renacen en mí. Gracias a todo aquello que me permite escribir, gracias al desamor y a las decepciones. Gracias por pisotear mis sentimientos, por matar mis ilusiones. Ya no culpo al destino, ya no culpo a nadie, ni a mí misma. Se supone que todo pasa por algo. Hoy es maravilloso y mañana un infierno. Prefiero vivir en el infierno creado por ti, que vivir en un cielo bañado de tu ausencia. Y aunque ya no vuelvas nunca, ahí te quedarás, como un recuerdo inconcluso, que casi fue, que casi fuimos.
Fuiste una bella excepción, lástima por lo que venga después, ya no me conocerán igual.
Terminaste de matar lo que ya estaba muriendo, terminaste de exterminar mis sentimientos, tal vez estoy maldita, algo que no me deja ser feliz, que me lo quita todo de un golpe. Ya ni llorar sirve, ni arrepentirse, ni deprimirse.
Jamás debí haber quitado el escudo protector, no debí dejarte entrar. Pero lo hice, me arriesgué y perdí hasta la última gota de mi sangre. No me arrepiento de nada, todo fluye y ya no quiero rendirme, no deseo mi muerte, dolerá verte, dolerá como siempre.
Agradezco cada segundo, cada lágrima, cada dolor, todo tiene una explicación, y si es un pretexto, mejor, así me calmo y me hundo en mi existencia.
Rendirse o no, abandonarse o motivarse una vez más, la peor decisión.
Amo cada pieza de este mundo, cada desilusión. Quizá amo este dolor, solo porque tú eres quien me duele.
Agustina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Te ofrezco mis lineas..
Comentá. Puedo dedicarte una historia.♥