Los días se pasan volando, no hay freno que detenga este curso. Algo triste se quedo habitando dentro mío, y ya no sé a dónde me dirijo. Ya no me ofrezcas cigarrillos, porque ya no siento nada en mis pulmones. No quiero más copas sin whisky, o vodka. Ofréceme algo más dulce, mi lengua se cansó del sabor a alcohol.
No me digas qué debo hacer, no importa hacia dónde vaya, el aire que respiro se contamina poco a poco y siento morir.
Y si sigo tu silueta, pero es solo una sombra a lo lejos. No te alcanzo.
Los días se han vuelto tan absurdos, tan oscuros. El miedo entró a mi habitación, y no me deja encender la luz.
No me ofrezcas más café, ni un libro que leer, no hay más que quiera hacer, no hay nada que quiera ahora.
No me encierres en tu mundo, no traduzcas mi mirada, déjame seguir muda, ciega o sorda, a un lado tuyo.
Y si te vas, vete. No hay remedio, no hay salida, no hay caminos, nada existe, no me mires.
Tan solo déjame tu recuerdo, una simple pálida fotografía en mi escritorio antiguo. Solo quiero recordarte, en el poco tiempo que te has quedado.
Triste vida, me tiene en la orilla a punto de caer. Y me ofreces tu mano, que la tome, dices, que confíe.
Ya no puedo tomar tu mano, porque ya nada puede hacerme más daño.
Agustina.
... y te amo, te amo, mas no debo amarte, y sí escapar de tu hermosa existencia, porque ahora yo, solo puedo compararte con el amor de un angel, mi angel... y como ama mi angel? ...y puedo decir y es que siento amor y desepción...
ResponderBorrar