Me había dado por vencida, no sabía en quien confiar, así que diseñé un armazón que me mantenía lejos del cielo y del infierno, y había tocado fondo. Era todo lo que quería hacer. Escondí mi corazón, estaba encarcelada en la oscuridad. Pero entonces, me encontraste vestida de negro ocultándome atrás de todo. La vida había roto mi corazón a pedazos, y tú tomaste mi mano sobre la tuya, empezaste a romper todas mis paredes y cubriste mi corazón de besos.
Pensé que la vida no tenía sentido. Omitió mis lágrimas, ignoró mi llanto. La vida había roto mi corazón, mi espíritu, y entonces te cruzaste en mi camino. Tú sofocaste todos mis miedos, me hiciste reír, después cubriste mi alma de besos...
Estaba por debajo del suelo, estaba fuera, y lo había perdido todo. Si, estaba asustada y desgarrada, así que caminé en la noche, me había dado por vencida y me resbalé más abajo. Sentí como si me estuviera ahogando. Pero me encontraste, en el momento indicado. Me salvaste. Estaba desesperanzada y rota. Abriste la puerta para mi, mientras yo me ocultaba, tu dejaste entrar la luz, y ahora veo todo lo que tu hiciste con mi corazón herido. Hiciste todo lo que yo no pude hacer. Me liberaste, como una mariposa saliendo de su capullo. Me has quitado toda mi armadura, arriesgándome a la vida de nuevo.
Agustina.
25/8/17
5/8/17
¿Qué nos pasó?
Te mentí.
No te he dejado de amar ni por un instante, lo dije porque estaba cansada de tus palabras y tus reclamos, lo dije porque quería creerlo, creer que te había dejado atrás, que no te necesitaba, que podría continuar sin ti.
Te extraño cada día, extraño lo que fuimos, extraño quien eras cuando comenzamos, me distraigo, pero pedazos de películas se me vienen a la mente, como el primer baile, el primer beso. Quisiera poder tener resentimiento y maldecirte como lo hiciste tú, pero tampoco me nace, es verdad que puedo hacer mi vida sin ti. Salgo, me divierto, lloro, puedo reír por horas, emocionarme con cosas buenas, tengo nuevos proyectos… La verdad es que me ha ido muy bien, quisiera poder contarte lo que me sucede y compartir las cosas buenas contigo como cuando éramos amigos, como cuando me escuchabas sin ganas de estar peleando, como cuando te importaba quién era yo.
¿Qué nos pasó? ¿En qué momento dejamos de ser un equipo y nos convertimos en enemigos? ¿Cuándo dejamos de ver el mismo futuro? ¿Por qué dejamos de luchar contra el mundo y luchamos entre nosotros?
Quisiera que me escucharas sin pelear, sin decir una palabra, que me abrazaras y me dijeras que todo va a estar bien, quisiera que siguieses siendo mi mejor amigo como antes de todo… Perdóname por elevar las expectativas, por no querer salir de mi línea de perfección, disculpa por no poder ser diferente, por no poder ser alguien más, alguien a quien sí quisieras darle comprensión.
¿Por qué no pudiste amarme a mí? ¿Por qué no pudiste simplemente escucharme y decirme que todo iba a estar bien y que confiabas en el amor que tanto te demostré? Dime, solo dime por qué no te importé.
Agustina.
No te he dejado de amar ni por un instante, lo dije porque estaba cansada de tus palabras y tus reclamos, lo dije porque quería creerlo, creer que te había dejado atrás, que no te necesitaba, que podría continuar sin ti.
Te extraño cada día, extraño lo que fuimos, extraño quien eras cuando comenzamos, me distraigo, pero pedazos de películas se me vienen a la mente, como el primer baile, el primer beso. Quisiera poder tener resentimiento y maldecirte como lo hiciste tú, pero tampoco me nace, es verdad que puedo hacer mi vida sin ti. Salgo, me divierto, lloro, puedo reír por horas, emocionarme con cosas buenas, tengo nuevos proyectos… La verdad es que me ha ido muy bien, quisiera poder contarte lo que me sucede y compartir las cosas buenas contigo como cuando éramos amigos, como cuando me escuchabas sin ganas de estar peleando, como cuando te importaba quién era yo.
¿Qué nos pasó? ¿En qué momento dejamos de ser un equipo y nos convertimos en enemigos? ¿Cuándo dejamos de ver el mismo futuro? ¿Por qué dejamos de luchar contra el mundo y luchamos entre nosotros?
Quisiera que me escucharas sin pelear, sin decir una palabra, que me abrazaras y me dijeras que todo va a estar bien, quisiera que siguieses siendo mi mejor amigo como antes de todo… Perdóname por elevar las expectativas, por no querer salir de mi línea de perfección, disculpa por no poder ser diferente, por no poder ser alguien más, alguien a quien sí quisieras darle comprensión.
¿Por qué no pudiste amarme a mí? ¿Por qué no pudiste simplemente escucharme y decirme que todo iba a estar bien y que confiabas en el amor que tanto te demostré? Dime, solo dime por qué no te importé.
Agustina.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
