24/3/16

Frío de invierno.

Estoy un poco desarmada, mis piezas ya no encajan como antes. Estoy rota y nadie puede repararme. No estoy triste, ni mucho menos, así que no sé porqué se me saltan estas lágrimas. Será este frío de invierno que me recuerda tanto a tus brazos, esta época que llega para recordarme lo mucho que te extrañé durante estos años. Y no quiero olvidar esa sonrisa, esa facilidad de reírme por nada, de esos tiempos en donde llorar era solo por un tropezón. Quiero recordar para siempre esas personas que marcaron mi vida, que hicieron de mí algo que ahora extraño, aquellas que amé con el corazón. Vivir el presente para mí, es estar atrapada en el pasado, esperando siempre que se detenga el tiempo y me devuelva al momento en el que empezaba a vivir. Esto no es vida, esto es una mierda. Como cuando estabas tan emocionado que algo hermoso sucediera, y de repente unas palabras lo cambian todo. El sentir que algo dentro tuyo se rompe y forzas una sonrisa, pero es imposible que los ojos no se nublen. Como el sentimiento de sentirte una cosa, algo que no tiene sentido, que va y viene sin rumbo, que a nadie le perteneces, que nadie te espera. Es el peor sentimiento que una persona puede sentir, porque lo único que se cruza por tu mente, es la muerte. No se puede ser libre, si todavía vas de la mano de algunos recuerdos.
Agustina.

Triste llamada.

Tomó el teléfono cuando sonaba el 3 tono:
—¿Sí?
—Soy yo.
—¿Quién?
—John.
—Ah, John, no tenía tu número guardado.
—Muy bonito.
—Soy un desastre, lo sé.
—Mira, precisamente te llamaba para hablarte de desastres.
—¿Qué?, ¿¡ha pasado algo!?
—Nosotros.
—¿Nosotros?
—Bueno, mejor dicho, lo que no nos ha pasado a nosotros. Qué desastre.
—No te entiendo, John...
—Es normal, cariño. Mira, yo te quiero.
—Vaya... no sé qué decir.
—No, si no tienes que decir nada. Estoy pagando yo la llamada.
—...
—Estoy algo borracho, ¿vale?
—¿Quieres que hablemos mañana mejor?
—No, no, espera, ¡no cuelgues! Mañana no me atreveré a hablarte de lo que siento.
—¿Y qué sientes?
—Sin ti, no siento mucho. No sé si me explico.
—Sí, pero, por qué sientes eso por mí.
—No lo sé, oye, ¿estás cosas podemos elegirlas?
—Supongo que no.
—Yo sólo sé que llegaste un día y empecé a escribir por ti.
—Qué bonito.
—Y qué triste.
—¿Por qué triste?
—Porque sólo escribo ojalás, esperanzas, como sueños bonitos y frágiles, que se rompen cuando me doy cuenta de que tú...
—¿De que yo...?
—De que... el plurar de tú es "ustedes" y no "nosotros".
—Yo ahora no estoy con nadie.
—Pero no estás conmigo. Y qué forma tan hermosa de morir.
—No hay formas hermosas de morir, John.
—Claro que las hay. Estamos muriendo ahora mismo, a cada instante. Y, por ejemplo, morir a tu lado sería hermoso.
—Vaya...qué bonito. Sigo sin saber qué tengo yo que te haya llamado la atención.
—Y yo sigo sin saber por qué sigo esperando trenes que ya han pasado. La vida es un poquito así.
—John, creo que me tengo que ir ya, ¿vale? Mañana hablamos.
—¡Espera!
—Dime.
—Seré breve: dueles.
—Lo siento...
—No te preocupes, cariño, a mí siempre me han dolido mucho las cosas.
—Hablamos mañana.
—Buenas noches, cariño.
—Buenas noches, John.
Y John se encendió un cigarro y empezó a consumirse, mientras sonreía, y por dentro lloraba, y pensaba en la mala suerte que tenía en eso del amor. Pero, bueno, qué vamos a hacerle, la vida es un poquito así. ¿Verdad?
Agustina.

17/3/16

Podríamos dejarnos llevar.

A través de la lluvia torrencial, he perdido las palabras para que nuestras piezas vuelvan a juntarse, para decirte cuanto me duele. Porque últimamente hemos estado rompiendo todo lo que hemos construido, y estoy cansada de sentarme a esperar sola en la oscuridad. Estoy mirando el asfalto, preguntándome donde estoy yo. Todavía hay una manera de hacerlo bien, encontraremos la fuerza esta vez, y dejaremos atrás los problemas. Porque aún por la mañana cuando despiertas, me gusta creer que piensas en mi, y que has soñado conmigo. Porque pasaría la mitad de esta mañana pensando en la camiseta con la que dormiste, pasaría todo el día escuchando tu mensaje que guardé y nunca voy a borrar. Algún día, nos encontraremos y nos reiremos acerca de cuando estábamos preocupados por lo que podríamos ser, entonces, tal vez, hablaremos de los viejos tiempos y sonreiremos en nuestras viejas costumbres. Siempre serás una parte de mi. Derramas el aceite en estas llamas, aceleras mi corazón otra vez... pero seguimos dando vueltas en círculos, ¿tiene que ser esto tan difícil? Podemos dejar las peleas si tu bajas la guardia. Podríamos hacer cualquier cosa que amemos, simplemente siendo llevados por el camino que el viento sopla. Podríamos hacer cualquier cosa que soñamos, si crees que esto podría funcionar.
Agustina.







14/3/16

Detrás de tu mentira.

Puedo ser fuerte cuando quiera. Crees que soy débil porque me puedes tener en tus manos con las cosas que dices, crees que tienes el control, pero no sabes que tan equivocado estas. Tu escoges lastimarme, porque una vez te hice sufrir. Pero todo lo que anhelas es atención y ser amado, necesitas ser amado.
¿No es suficiente el decirme que ya no sientes nada por mi?. Me has dicho que querías verme, y aqui estamos, pero supuestamente ya no me quieres. Y sé que estás mintiendo, porque en lo que se trata de nosotros, no puedes engañarme.
Dices que te has enamorado, pero no puedo entender, porque veo la verdad en tus ojos. Y no sabes como he peleado por ti, las cosas que he hecho y que solo quiero hacerte bien. Así que olvida lo que crees que ha sido cambiado, porque nada ha cambiado. Porque en tus ojos se ve, que estas enamorado de mí.
Y te daría el mundo si fueras mío, como lo fuiste ayer, como lo fuiste hace tiempo. Te daría mis fuerzas si yo no estuviera tan débil. Pero no tienes que ser tan malo en el modo en que juegas conmigo, cada vez que me ves frágil, te haces fuerte. Entonces no pretendas como si respiraras mucho mejor sin mi, porque el único que se esconde detrás de una mentira, eres tú.
Y si me preguntan por ti, diré que siempre estas conmigo, aunque no físicamente, pero sí en mis recuerdos. Y en todos estos años no te logré olvidar. Y cada vez que duermo en la noche, sigo soñando contigo, y te digo te amo. Cuando estoy al borde del suicidio y el dolor es tan grave que no lo puedo soportar, tu imagen se instala en mi cabeza, y solo puedo darme cuenta
que te amo.
Agustina.


9/3/16

No dejé de amarla aún.

...Y fue muy extraño. No dejé de amarla aún. Y sé que jamás podríamos volver a ser felices. La sonrisa de mi rostro te la llevaste tú. Y la nostalgia y la tristeza se hicieron dueñas de mí.
Quién iba a decir, que todo iba a terminar así. Ojalá algún día comprendas por qué me voy. Dejo nuestra historia plasmada aquí, para que cada vez que me necesites me encuentres fácil. Físicamente me marcho, pero un pedacito de mi alma se queda contigo...
Caminaba sin rumbo, en compañía de un viejo amigo, y te vi: con la mirada perdida, desorientada, con el peso de la soledad que cargabas en tus hombros. Cansado de dar vueltas en círculos, después de saludar a la misma gente de siempre, las mismas caras de todos los sábados, te vi, sentada en el cordón de la calle; te vi y me enamoré de tu belleza, de tu soledad. Ya no quise caminar más.
Pasaron los meses y ¡Cómo esperaba los fin de semanas, para tenerte en mis brazos!... qué felicidad irte a buscar, tan lejos de casa, para estar juntos... Pensar que el día que nos conocimos terminamos hablando por horas. Nuestro primer beso.. la inocencia.. los bellos tiempos.
Tanto tiempo juntos, que ahora me duele y me pesa tanto la soledad. Me acostumbré tanto a ti, que ahora sólo siento el vacío que queda recorriendo la casa. Te veo en todos lados amándome. Eras y serás siempre quien me despertó de ese largo viaje llamado: rutina.
 ...Me voy amor, por que ya no puedo vivir así: preocupado, esperándote, preocupándome si estás bien, si alguien te lastima y yo tan lejos... Ya no puedo concentrarme en mi trabajo, ni en mis estudios y vivo imaginándome los pensamientos más oscuros y horrorosos sobre ti. Ya no eres la que yo conocí. Y pasé de ser el amor de tu vida, a un desconocido.
Nunca te olvides que en los peores momentos, siempre estuve ahí, firme a tu lado, compartiendo tu tristeza, tus miedos y tus angustias; y aquellos días en mi ciudad, en los que con tan poquito nos divertíamos tanto. Nos teníamos el uno al otro.
Amor, si te cansé con mis sermones es porque te amé de verdad: con el alma, la mente y el cuerpo, que siempre me puse en tu lugar y en tus necesidades, que traté de dártelo todo y hasta lo que no tuve...
Guárdame en uno de tus cajoncitos de madera como lo más puro que tuviste, y no vuelvas nunca hacia atrás, siempre para adelante. Que ojalá algún día encuentres a la persona que sea indicada para ti. No pierdas tus ganas de bailar y de reír siempre. Y acuérdate que lo material va y viene siempre, pero el amor perdura con el paso del tiempo. Que no estas sola, que nunca es tarde para empezar de nuevo, una nueva vida.
Me voy lejos, pero tranquilo, para matar de a poco tu recuerdo. Que te quedes tranquila que voy a estar bien, y que aunque ahora soy prisionero de mi angustia, sé que mañana...mañana de nuevo sale el sol para los dos.
Te guardo para siempre en mis recuerdos mas preciados...
Te amo.
Agustina.