Lamento mucho que te llame, estoy tratando de levantar los pedazos de mi vida. Estuve pensando en lo nuestro y ya siento como todo se va desapareciendo. Antes de que sea mas tarde, tengo que decirte que hasta aquí he llegado, no puedo soportar mas todo este dolor que llevo dentro. Ya no quiero esperarte mas, no quiero estar pendiente al teléfono, a los días en que puedo verte, cuando estés disponible para mi, cuando no.. ya no aguanto tener que mirarte por horas esperando algún gesto tuyo. No te das cuenta de que te necesito mas que a nadie. Y como no te das cuenta, esta noche me voy.
Se que voy a llorar, que habrán noches en donde extrañaré tu abrigo, habrán días en los que me muera por estar con vos, en tus brazos. Por eso te devuelvo tus regalos, tu ropa, tus pertenencias, no quiero extrañarte. No más.
Sé también que sos parte de mi, que jamás voy a poder sacarte, estas muy dentro, en mis sentimientos. Permaneciste ahí durante años, y es una lastima que hoy tengamos que despedirnos así.
Noté que también estas distraído, ya no te llama la atención estar conmigo. Las palabras que cruzamos son pocas, y ya no nos decimos te amo como antes. Si la espalda te miro cuando duermes tan tranquilo, y no sabes que lloro por las noches extrañando tu ausencia. Ya no te importo, aunque me digas que miento, no es así como se demuestra la importancia hacia alguien. Me haces sentir como que no existo. Ya no quiero comer, solo quiero dormir, quiero no hacer nada, dejarme morir en silencio, solo que se mueran mis sentimientos, mi corazón, no quiero sentir nada.
Las palabras vienen y se van, así como tus promesas. Siempre estuve a tu alcance, siempre cerca, estabas tan seguro de mi. Yo nunca te fallaría, pero esta vez no puedo más. Siento como mi cuerpo moribundo quiere irse, no tiene ganas mi alma de quedarse acá a tu lado en la misma rutina, siguiéndote los pasos.
No puedo aceptar otro desprecio más.. te necesite mas que nunca, porque sabias de mi dolor, y ni un abrazo me diste. Lástima, lástima que un amor como el nuestro que tardó tanto en construir otra vez la confianza, se deteriore tan rápido, por tu culpa, por tu falta de interés.
Espero que encuentres a alguien más que aguante todas aquellas cosas que yo si, que te espere en la madrugada, que camine por toda la ciudad por tan solo verte, que te haga sentir las mas hermosas emociones.. encuentra a alguien que pinte en tu cara una sonrisa todas las mañanas, porque yo ya no...
Los días de primavera para mi se acabaron. El amor por el que esperé, mi amor que nunca volverá otra vez... fuiste tu.
Gracias por el tiempo juntos, me despido esta vez para siempre, para no volver jamás.
Agustina.
18/2/15
17/2/15
Amar en la distancia.
Dos seres, que sin buscarse se encuentran, sin saber que por alguna razón que no responde ni a la suerte ni al azar… contactan.
Sus primeras palabras, las primeras risas, las primeras complicidades, los primeros secretos. Algo se despierta dentro, algo que estaba destinado a activarse, una chispa encendida desde el cielo. Ilusión, entusiasmo, la necesidad de estar a todas horas conectados, les absorben los pensamientos y las ganas.
Las letras ya no alcanzan, necesitan oír sus voces, sus risas, su cercanía, bajarse del cielo a la tierra haciéndose más real. En uno de esos encuentros, en un momento que ya nunca olvidarán, llega el primer “te quiero”, el primer ” y yo a ti”…el primer suspiro. Ya nada va a ser igual, surge la curiosidad por mirar sus ciudades en un mapa, contar los kilómetros que los separan…la primer toma de conciencia…su distancia geográfica. Noches de desvelos, urgencia por encontrarse y la diferencia horaria que no ayuda…ansiedad. Se dedican todo el tiempo, viven fuera del reloj, se desconectan del mundo, danzan sus espíritus. Hacen mil locuras, dejan de lado sus responsabilidades, sus almas se sellaron bajo el sonido más bello que existe…un “te amo”, que siempre llega para confirmar lo obvio. Ya después de eso, sentirán que las palabras nunca más alcanzarán a expresar lo que ambos sienten por dentro.
Día a día surge la necesidad de sentirse, la adicción ya corre por sus venas, ya no hay dosis que calme la abstinencia de besarse, tocarse, acariciarse , amarse. Algunos les llamarán locos, por ser intensos, porque las estadísticas de amores a distancia no están a su favor. Pero ¿que importa?, ¿que importa si después se rompe?, ¿que importa si así termina la historia?…si ellos vivieron su “para siempre”, se dejaron llevar por la locura de amarse en la distancia. Esa bendita locura, que puede hacer que alguien con su alma le haga el amor a la tuya. Que alguien que nunca te tocó, ni te miró a los ojos, ni tomó tu mano… te haya hecho vivir, la historia de amor más bonita de tu vida.
Llámenme loco, déjenme amar así.
Agustina.
Sus primeras palabras, las primeras risas, las primeras complicidades, los primeros secretos. Algo se despierta dentro, algo que estaba destinado a activarse, una chispa encendida desde el cielo. Ilusión, entusiasmo, la necesidad de estar a todas horas conectados, les absorben los pensamientos y las ganas.
Las letras ya no alcanzan, necesitan oír sus voces, sus risas, su cercanía, bajarse del cielo a la tierra haciéndose más real. En uno de esos encuentros, en un momento que ya nunca olvidarán, llega el primer “te quiero”, el primer ” y yo a ti”…el primer suspiro. Ya nada va a ser igual, surge la curiosidad por mirar sus ciudades en un mapa, contar los kilómetros que los separan…la primer toma de conciencia…su distancia geográfica. Noches de desvelos, urgencia por encontrarse y la diferencia horaria que no ayuda…ansiedad. Se dedican todo el tiempo, viven fuera del reloj, se desconectan del mundo, danzan sus espíritus. Hacen mil locuras, dejan de lado sus responsabilidades, sus almas se sellaron bajo el sonido más bello que existe…un “te amo”, que siempre llega para confirmar lo obvio. Ya después de eso, sentirán que las palabras nunca más alcanzarán a expresar lo que ambos sienten por dentro.
Día a día surge la necesidad de sentirse, la adicción ya corre por sus venas, ya no hay dosis que calme la abstinencia de besarse, tocarse, acariciarse , amarse. Algunos les llamarán locos, por ser intensos, porque las estadísticas de amores a distancia no están a su favor. Pero ¿que importa?, ¿que importa si después se rompe?, ¿que importa si así termina la historia?…si ellos vivieron su “para siempre”, se dejaron llevar por la locura de amarse en la distancia. Esa bendita locura, que puede hacer que alguien con su alma le haga el amor a la tuya. Que alguien que nunca te tocó, ni te miró a los ojos, ni tomó tu mano… te haya hecho vivir, la historia de amor más bonita de tu vida.
Llámenme loco, déjenme amar así.
Agustina.
13/2/15
Sentada en mi sillón.
“Estoy sentada en mi sillón tratando de descifrar que es lo que realmente me pasa, cuestionando el hecho de por qué me siento de cierta manera sola y vacía. El por qué no puedo sentirme feliz o triste completamente, siempre tengo que estar a mitad de cada una o simplemente no sentir nada.
Estoy sentada en mi sillón haciéndole preguntas a mi oscura soledad, y al mismo tiempo dándome cuenta que no hay respuestas, que nadie vendrá a resolver los grandes enigmas que me atormentan.
Estoy sentada en mi sillón autocompadeciendome de las cosas que tengo y que nunca tendré. Recordándome a mi misma que soy una persona de papel que ha perdido mucho por dejar que el miedo se apoderé de su alma.
Estoy sentada en mi sillón pensando en lo mucho que quiero llorar, rogando para que una lágrima ruede sobre mi mejilla, pero nada pasa. Nunca pasa.
Estoy sentada en mi sillón sin esperanza, viviendo sólo porque soy capaz de respirar.
Estoy sentada en mi sillón repitiendo constantemente que soy fuerte, que soy capaz de hacer cualquier cosa, pero en realidad se muy bien que esas palabras son sólo falacias.
Estoy sentada en mi sillón pensando en mil y un formas de desaparecer.
Estoy sentada en mi sillón formando palabras en mi cuaderno, liberando pensamientos que no seré capaz de decir alguna vez. Liberando a los demonios que queman cada parte de mí.
Estoy sentada en mi sillón viendo como pasan las personas a través de mi ventana, sintiendo envidia de que ellas no están en mi lugar.
Estoy sentada en mi sillón dónde el frío se convierte en parte mí, dónde cada noche la soledad me abraza y no me suelta hasta que me pierdo en la inconsciencia del sueño.
Estoy sentada en mi sillón que es lo único que me apetece hacer cada noche.”
Agustina.
Estoy sentada en mi sillón haciéndole preguntas a mi oscura soledad, y al mismo tiempo dándome cuenta que no hay respuestas, que nadie vendrá a resolver los grandes enigmas que me atormentan.
Estoy sentada en mi sillón autocompadeciendome de las cosas que tengo y que nunca tendré. Recordándome a mi misma que soy una persona de papel que ha perdido mucho por dejar que el miedo se apoderé de su alma.
Estoy sentada en mi sillón pensando en lo mucho que quiero llorar, rogando para que una lágrima ruede sobre mi mejilla, pero nada pasa. Nunca pasa.
Estoy sentada en mi sillón sin esperanza, viviendo sólo porque soy capaz de respirar.
Estoy sentada en mi sillón repitiendo constantemente que soy fuerte, que soy capaz de hacer cualquier cosa, pero en realidad se muy bien que esas palabras son sólo falacias.
Estoy sentada en mi sillón pensando en mil y un formas de desaparecer.
Estoy sentada en mi sillón formando palabras en mi cuaderno, liberando pensamientos que no seré capaz de decir alguna vez. Liberando a los demonios que queman cada parte de mí.
Estoy sentada en mi sillón viendo como pasan las personas a través de mi ventana, sintiendo envidia de que ellas no están en mi lugar.
Estoy sentada en mi sillón dónde el frío se convierte en parte mí, dónde cada noche la soledad me abraza y no me suelta hasta que me pierdo en la inconsciencia del sueño.
Estoy sentada en mi sillón que es lo único que me apetece hacer cada noche.”
Agustina.
No he superado lo nuestro.
Sueños, ahí es a donde tengo que llegar para seguir viendo tu hermosa cara. Miro fijamente una foto tuya, y escucho la radio. Mantengo la esperanza, y espero que haya una conversación en la que los dos admitamos que lo pasamos bien, pero hasta entonces es distanciamiento todo lo que hay entre nosotros, todo eso lo comprendo.
Si me preguntaras qué tal me va, te diría que me va bien, te mentiría y diría que no estás en mi mente, pero salgo y me siento en una mesa preparada para dos, y al final debo afrontar la verdad, no importa lo que diga, no lo he superado, no he superado lo nuestro.
Maldición, lo haces bien, y yo pensaba que eras inocente, agarraste este corazón y lo pusiste en mitad del infierno, pero todavía eres magnífica.
Soy un bumerán, no importa cómo me lances, me giro y estoy de vuelta en el juego. Pero no importa, porque en mis ojos eres lo único, y el dolor ya no lo siento.
Agustina.
Si me preguntaras qué tal me va, te diría que me va bien, te mentiría y diría que no estás en mi mente, pero salgo y me siento en una mesa preparada para dos, y al final debo afrontar la verdad, no importa lo que diga, no lo he superado, no he superado lo nuestro.
Maldición, lo haces bien, y yo pensaba que eras inocente, agarraste este corazón y lo pusiste en mitad del infierno, pero todavía eres magnífica.
Soy un bumerán, no importa cómo me lances, me giro y estoy de vuelta en el juego. Pero no importa, porque en mis ojos eres lo único, y el dolor ya no lo siento.
Agustina.
5/2/15
Nota de suicidio.
Abres las persianas, pero sigue siendo de noche, no hay luz, no ves a nadie en la calle, ni si quiera vez la luz de las farolas. Suspiras, te apoyas en la pared, no hay nadie.. Sabes que estás sola, ya nadie va a pararte, han sido tantas veces las que lo has intentado… Ya nadie se lo espera, han dejado de temer tu muerte, les has dejado de importar. Enciendes la música, ‘Nota de suicidio’ empieza.. Te sientas en el frío suelo, tan fría te quedaste, tan vacía estas; De nuevo escribes la nota, de nuevo escribes tus errores, describes el por qué de todo, el por qué de que todo te hubiese pasado a ti, de nuevo otro adiós de tantos. En lo más profundo de ti sabes que ya te da igual, que será otro intento más, que la canción termina pero tu vida no. Dejas la hoja en la ventana, para que cuando decida salir el sol, tus palabras sean la única noche. Te diriges a la bañera, agua caliente, agua que inunda tus ojos, sangre que inunda tus recuerdos. Sabes que esta vez no habrá otra nota más, no gastaras más hojas, no habrá más tinta que escriba otro adiós, nadie, nadie a añorado tu voz en el momento en el que te sumergiste, ahogas tus penas, y esta vez no habrá vuelta atrás, esta vez nadie aporrea la puerta esperando que salgas, entraste y saliste de tu vida de la misma y sencilla
forma, sola. Cierras los ojos, te cansaste de rezar a un Dios que te hizo estar así. Escuchas la risa de una niña… Sabes quién es, recuerdas que al mirarte al espejo ella seguía ahí, es lo único que ves. Esperas a que la luz aparezca, esperas.. Tu corazón ya dejo de latir. Sigues esperando, pero sigues viendo a esa niña, que te dice que despiertes, pero aun así sigues estando sola. Afuera el sol a salido, afuera tu carta sigue sin ojos que la lean, afuera tu ventana sigue cerrada.
Agustina.
forma, sola. Cierras los ojos, te cansaste de rezar a un Dios que te hizo estar así. Escuchas la risa de una niña… Sabes quién es, recuerdas que al mirarte al espejo ella seguía ahí, es lo único que ves. Esperas a que la luz aparezca, esperas.. Tu corazón ya dejo de latir. Sigues esperando, pero sigues viendo a esa niña, que te dice que despiertes, pero aun así sigues estando sola. Afuera el sol a salido, afuera tu carta sigue sin ojos que la lean, afuera tu ventana sigue cerrada.
Agustina.
2/2/15
¿Que harás cuando me vaya?
Luces encendidas en la oscuridad, pensamientos en tu cabeza, cielos azules que se tornaron a grises, el amor que se fue.. Trataste de volver a casa, pero se volvió algo difícil, porque nada es suficiente cuando cometes el error. ¿Y que harás cuando me vaya?, y ¿quien te cuidara cuando yo ya no esté?.
Dijiste que esperarías por mi, pero yo no voy a buscarte. Nunca creí que te vería engañar mi corazón, contándole tantas mentiras. Y me dolió porque te quería, despedirme no fue fácil aunque pareciera lo contrario. Mi corazón todavía te ama, pero no quiero compartir la cama con alguien que esta en otro lado. Esta noche sera la ultima, porque no regresare, y lejos me llevare aquellos absurdos momentos que compartí contigo, y nunca mas nos cruzaremos.
Agustina.
Dijiste que esperarías por mi, pero yo no voy a buscarte. Nunca creí que te vería engañar mi corazón, contándole tantas mentiras. Y me dolió porque te quería, despedirme no fue fácil aunque pareciera lo contrario. Mi corazón todavía te ama, pero no quiero compartir la cama con alguien que esta en otro lado. Esta noche sera la ultima, porque no regresare, y lejos me llevare aquellos absurdos momentos que compartí contigo, y nunca mas nos cruzaremos.
Agustina.
Eterna memoria.
Después de todo lo que hemos vivido, tanto tiempo te he extrañado, no puedo creer que ahora te vayas. Me dejas aquí en la nada, preguntándome que voy a hacer cuando comience a acercarse la noche y tu ya no estés.
Nunca pensé que iba a llegar un día en el que toque marcharte, porque siempre fuiste tan apegada a mi, tan mía. Ahora voy caminando a casa y empiezo a extrañar tu cara, tu sonrisa en la mañana, tus ojos tan cerca de mi, y me pregunto.. ¿que fue lo que te aparto de mi? me dejaste aquí con tanto miedo. Recorro el camino y te siento respirar por aquí, siento tus brazos rodear mis hombros una vez mas...
¿Que hago con tantas fotografías de ti y de mi? están grabadas en mi eterna memoria, aquellos recuerdos en cada rincón de la casa; me duelen, me rompen, aunque nada duele como la imagen de tu espalda adentrándose en la niebla.
No estaba preparado para estar solo, no habían posibilidades de perderte.. Ahora camino a casa y nada es lo mismo. Ya son 7 días, pero siento que me muero.
Agustina.
Nunca pensé que iba a llegar un día en el que toque marcharte, porque siempre fuiste tan apegada a mi, tan mía. Ahora voy caminando a casa y empiezo a extrañar tu cara, tu sonrisa en la mañana, tus ojos tan cerca de mi, y me pregunto.. ¿que fue lo que te aparto de mi? me dejaste aquí con tanto miedo. Recorro el camino y te siento respirar por aquí, siento tus brazos rodear mis hombros una vez mas...
¿Que hago con tantas fotografías de ti y de mi? están grabadas en mi eterna memoria, aquellos recuerdos en cada rincón de la casa; me duelen, me rompen, aunque nada duele como la imagen de tu espalda adentrándose en la niebla.
No estaba preparado para estar solo, no habían posibilidades de perderte.. Ahora camino a casa y nada es lo mismo. Ya son 7 días, pero siento que me muero.
Agustina.
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