20/4/18

Algún día.

Te conocí en la esquina de la calle, sonreí antes de escucharte hablar. Me acuerdo como si fuera ayer, cuando me sostuviste el paraguas sobre la cabeza antes de subirme al taxi.
Puedo aceptar que ahora estamos un poco viejos, pero supongo que así tenía que ser.
Me pregunto cómo me sigues recordando. Escuché que sentaste cabeza y que estás felizmente casada. Me alegro por ti, pero me siento un poco triste por mi.
¿Recuerdas cuando te dije que te amaría hasta el fondo del mar? Yo sé que se acabó hace tiempo, pero supongo que nunca te olvidé.
Algún día en el futuro tal vez podamos juntarnos, tal vez podamos compartir un trago y hablar un rato, y recordar los días en los que estuvimos juntos. Tal vez nos veamos en algún lugar más lejano. Y te encontraré ahí, parada justo en la esquina con tu paraguas rosado y quizá un día en el futuro podremos compartir nuestras historias, cuando no nos importen todos nuestros errores, nuestros fracasos, y nuestras glorias, pero hasta que ese día llegue yo seguiré adelante, como puedo.
Es gracioso que esto me moleste... Sé que el tiempo pasó, pero no esperaba ver cuan hermosa estas. Supongo que nuestra separación te sentó bien. Pero bueno, te deseo lo mejor, y espero que tal vez algún día podamos encontrarnos de nuevo.
Agustina.



5/1/18

Así eres.

Eres alguien que finge ser distraído para no escuchar las cosas que dicen de ti. Sueles ser tímida hasta que alguien te habla y conectas, te ríes de todo para darle un poco de color a la vida. Posees un humor negro y sarcástico que va acompañado con una sonrisa cínica. Te gusta ver sufrir a las personas que te hicieron daño. Siempre necesitas cariño y cuidados como una rosa para que no te marchiten. Amas el amor a la antigua, la poesía y las novelas. Sueles estar a la ofensiva todo el tiempo y hundirte en las noches frías. Eres independiente cuando de existir se trata, pero cuando tu amor florece lo ocultas demasiado bien como para que nadie se de cuenta. Eres insegura, pero sabes lo que haces y lo que dices. No te gusta perderte ni olvidarte, pero ya lo haz hecho. Tienes una amplia memoria para todo aquel que te ha dañado alguna vez y sufres por el simple hecho de que no te correspondan los sentimientos. Eres algo infantil cuando estas con tu grupo de amigos. No te gusta romper corazones pero inconscientemente ya lo haz hecho más de una vez. Tienes miedo a algunas palabras como los: «Tenemos que hablar.» , o los «Adiós.», los «Te quiero.» y muchas más palabras que van más allá de la imaginación. Sientes un constante vacío en tu interior cuando estas sola. Te disgusta el ruido constante que proviene de las fiestas y amas el sonido relajante de tu música. A veces tus pensamientos te aplastan y otras veces te elevan. Eres una persona corriente y a la vez diferente. No conoces tus límites y prefieres ignorarlos. No soportas a las personas creídas y mucho menos a los engreidos, pero sientes un sentimiento de pena al verlas. Sonreír es tu don, al igual que hacer felices a las personas. No te gusta que te pongan límites, ni mucho menos reglas de como ser y vivir. Prefieres ser libre y admirar simples detalles, como las estrellas, el cielo, las canciones, los poemas, los libros, la compañía del otro y demás. Te gusta imaginar cosas fuera de la realidad y adentrarte en un mundo fantástico, tu mundo fantástico, creado para escapar de la realidad cuando esta te ahoga. Prefieres dejar de confiar en los demás y comenzar a confiar en ti, pero no puedes porque no es tan fácil como parece. No te importa el mañana, pues siempre estas viviendo el momento. Y así eres tú para mis ojos, con defectos perfectamente hermosos.
Agustina.

2/12/17

Querido extraño:

Te echo de menos. Echo de menos los mensajes de texto que nos enviábamos sobre cualquier cosa estúpida que sucedía en nuestra vida. Extraño la manera en que las personas me preguntaban dónde estabas cuando no ibas conmigo. Echo de menos reír contigo de todos nuestros chistes. Echo de menos enviarnos fotos vergonzosas y nuestras videollamadas desde el baño. Echo de menos sentir que con una sola mirada sabíamos lo que estábamos pensando exactamente. También extraño a tu familia y la forma en que solías ponerme al tanto de cada acontecimiento que te sucedía con ellos. Echo de menos saber que siempre estabas ahí para mí, para apoyarme, sin importar qué tan mala podía ser la situación. Yo siempre sabía que ahí estarías tú. Extraño a mi persona favorita, a mi otra mitad… a mi mejor amigo.
No me gusta que las personas me pregunten cómo estás, porque realmente no lo sé. Odio que nuestras conversaciones que una vez solían ser tan naturales y aparentemente interminables, ahora sólo estén llenas de incómodos silencios. No me gusta que tu cara, la cara que estaba tan acostumbrada a ver todos los días y a todas horas, se haya convertido en una más entre la multitud. Odio que ahora podamos durar días sin hablarnos y que la mayoría de nuestras conversaciones empiecen con un: “Siento que no hayamos hablado antes”.
Estoy enojada con nosotros por dejar que nuestra amistad se haya convertido en esto. ¿Qué nos pasó? ¿Cómo es que dejamos de vernos? ¿Cómo no pudimos darnos cuenta a tiempo de que esto se estaba terminando? Estoy enojada con nosotros porque no luchamos más duro por la amistad que teníamos. No éramos como la mayoría de los amigos. Era una amistad que ni tú ni yo esperábamos que algún día terminara. Éramos nosotros contra el mundo, y ahora no somos nada. Estoy molesta con nosotros porque dejamos que nuestra relación se convirtiera en nada más que recuerdos.
Estoy triste porque no sé a dónde ir a partir de ahora. No sé que decir. Realmente no pasó nada para que todo haya cambiado, así que ¿cómo solucionarlo?, ¿qué puedo hacer con este terrible anhelo de que no te vayas del todo?, ¿cómo puedo evitar la terrible sensación de saber que ya nunca me llamarás? ¿Cómo podemos encontrar una solución que recupere nuestra amistad con la misma facilidad con la que nos separamos?.
Tengo miedo de que de ahora en adelante tú ya no seas parte de mi vida. De que cuando necesite abrazar a alguien, tú no estés ahí. Tengo miedo de que cuando haga mi primera fiesta en mi nuevo departamento, tú no estés ayudándome con los preparativos. Tengo miedo de perderte para siempre, perder a esa persona que siempre estuvo a mi lado sin importar qué. Pero lo que más me asusta es que eso ni siquiera te preocupa. Creo que tal vez ni siquiera has notado mi ausencia, o que a lo mejor, simplemente no te importa. Me da miedo saber que ya me reemplazaste. Me duele pensar que tú no recuerdes con cariño nuestra relación como lo hago yo. De que nuestra falta en un futuro no te duela tanto como a mí me duele. Tengo miedo de que no me extrañes tanto como yo te echo de menos.
Sin embargo, incluso si no es el caso, yo no renuncio a la esperanza de que algún día nuestros caminos se vuelvan a unir, no importa lo difícil que parezca ahora. Nunca voy a dejar de preocuparme por ti, ni dejaré de desearte el bien en la vida. En silencio voy a sonreír desde mi lugar mientras avanzamos por el mundo. Tú siempre tendrás un lugar muy especial en mi corazón, a pesar de que yo no se si siga teniendo uno en el tuyo. Nunca voy a dejar de recordar todos nuestros momentos con cariño y siempre diré que, conocerte, ha sido una de las mejores cosas que me han sucedido.
No sé que es lo que nos depara el futuro, pero si sé una cosa: nunca voy a encontrar a alguien que me haga tan feliz, como lo has hecho tú.
Gracias por todo. Te echo de menos más de lo que jamás creí.
Agustina

26/9/17

Sería para siempre.

¡Así que nos encontramos otra vez! Te ofrezco mi mano, y me miras y entiendo que es una mirada que yo solía conocer.. "tres largos años…tu hombre favorito…y esta es tu manera de decir hola?”
Pero me abrazas y lo haces como si nunca me dejaras ir.
Me alegra que vengas. Me alegra que te acuerdes de como terminamos nuestro último baile juntos. Estabas tan ilusionada, fuiste tan puntual y estabas más bella que nunca. Estaba seguro que esa vez sería para siempre. Y ahora te veo, con más años, más constante, más real. Y tus pelos, tu boca y tu inocencia se han convertido en algo hermoso y alegre. Te han hecho perder la dignidad, pero luces tan sonriente y tan fuerte. Ahora hay una mujer donde antes sólo había una niña.
Me alegra que vengas. Me alegra que te acuerdes de cuando caminábamos sin destino en pleno Diciembre. De la ceguera de felicidad cuando nos dimos el primer beso. Estaba seguro que esa vez sería para siempre, pero la navidad cae tarde ahora, es más triste y fría y no llega con la habitual alegría, y todo esto lo pienso en un instante antes de besarte. Antes de acordarme, de ver cómo terminamos nuestro último baile juntos. Desconfiada, descuidada, pero más bella que nunca.
Y aunque ahora nos embriagásemos, creo que no nos besaríamos como antes. Es tan difícil pensar “esta podría ser la última vez, realmente debería escucharte cantar otra vez y realmente debería mirarte bailar, porque es difícil pensar que nunca tendré otra oportunidad de abrazarte”.
¿Cuantas veces más puedo alejarme y pensar "si tan solo..." y seguir cometiendo el mismo error y continuar con el corazón roto?.
Te dije, "vamos, toma una copa conmigo, siéntate y habla un rato..."
_“Desearía poder hacerlo…pero ahora simplemente no tengo tiempo…”
Y sobre mi hombro mientras te alejas veo que me das esa mirada de adiós. Todavía veo esa mirada en tus ojos…
"Debí detenerme a pensar, debí hacerme un tiempo. Pude haber pensado, pude haber hablado un rato. Lo habría hecho bien, nos habría hecho avanzar, pero no lo hice y ahora es demasiado tarde. Ha terminado y te has ido…" pienso... Pero luego te sientas conmigo en una mesa de café para dos y me sonríes empiezas a hablar... _"He pensado en sitios a donde deberíamos ir juntos, aquí y allá, por el simple hecho de decir "aquí vine con él", "aquí comimos, bailamos o nos emborrachamos juntos"...
Y sonrío y todo lo que puedo hacer es mirarla y decir que si con la cabeza, porque no puedo creer lo que estoy viendo.. y solo puedo darme cuenta que soy muy afortunado.
Agustina.


25/8/17

Me salvaste.

Me había dado por vencida, no sabía en quien confiar, así que diseñé un armazón que me mantenía lejos del cielo y del infierno, y había tocado fondo. Era todo lo que quería hacer. Escondí mi corazón, estaba encarcelada en la oscuridad. Pero entonces, me encontraste vestida de negro ocultándome atrás de todo. La vida había roto mi corazón a pedazos, y tú tomaste mi mano sobre la tuya, empezaste a romper todas mis paredes y cubriste mi corazón de besos.
Pensé que la vida no tenía sentido. Omitió mis lágrimas, ignoró mi llanto. La vida había roto mi corazón, mi espíritu, y entonces te cruzaste en mi camino. Tú sofocaste todos mis miedos, me hiciste reír, después cubriste mi alma de besos...
Estaba por debajo del suelo, estaba fuera, y lo había perdido todo. Si, estaba asustada y desgarrada, así que caminé en la noche, me había dado por vencida y me resbalé más abajo. Sentí como si me estuviera ahogando. Pero me encontraste, en el momento indicado. Me salvaste. Estaba desesperanzada y rota. Abriste la puerta para mi, mientras yo me ocultaba, tu dejaste entrar la luz, y ahora veo todo lo que tu hiciste con mi corazón herido. Hiciste todo lo que yo no pude hacer. Me liberaste, como una mariposa saliendo de su capullo. Me has quitado toda mi armadura, arriesgándome a la vida de nuevo.
Agustina.
 

5/8/17

¿Qué nos pasó?

Te mentí.
No te he dejado de amar ni por un instante, lo dije porque estaba cansada de tus palabras y tus reclamos, lo dije porque quería creerlo, creer que te había dejado atrás, que no te necesitaba, que podría continuar sin ti.
Te extraño cada día, extraño lo que fuimos, extraño quien eras cuando comenzamos, me distraigo, pero pedazos de películas se me vienen a la mente, como el primer baile, el primer beso. Quisiera poder tener resentimiento y maldecirte como lo hiciste tú, pero tampoco me nace, es verdad que puedo hacer mi vida sin ti. Salgo, me divierto, lloro, puedo reír por horas, emocionarme con cosas buenas, tengo nuevos proyectos… La verdad es que me ha ido muy bien, quisiera poder contarte lo que me sucede y compartir las cosas buenas contigo como cuando éramos amigos, como cuando me escuchabas sin ganas de estar peleando, como cuando te importaba quién era yo.
¿Qué nos pasó? ¿En qué momento dejamos de ser un equipo y nos convertimos en enemigos? ¿Cuándo dejamos de ver el mismo futuro? ¿Por qué dejamos de luchar contra el mundo y luchamos entre nosotros?
Quisiera que me escucharas sin pelear, sin decir una palabra, que me abrazaras y me dijeras que todo va a estar bien, quisiera que siguieses siendo mi mejor amigo como antes de todo… Perdóname por elevar las expectativas, por no querer salir de mi línea de perfección, disculpa por no poder ser diferente, por no poder ser alguien más, alguien a quien sí quisieras darle comprensión.
¿Por qué no pudiste amarme a mí? ¿Por qué no pudiste simplemente escucharme y decirme que todo iba a estar bien y que confiabas en el amor que tanto te demostré? Dime, solo dime por qué no te importé.
Agustina.

24/7/17

Parecías feliz.

Caminando por la calle 29, y el parque, te vi en los brazos de otro. Tan solo ha pasado un mes desde que nos dejamos. Pareces feliz.
Te vi entrar a un bar. Él te dijo algo que te hizo reír. Ví que sus dos sonrisas juntas eran mayores que las que teníamos nosotros. Y sí, parecías feliz. Pero aún así, intento ser realista. Fisgo tu Instagram, y rebusco un poco. Intentaría no darle Me gusta en tus fotos antiguas, porque me delataría. Déjame recordar los viejos tiempos, cuando solías tomar mi mano y cuando bebíamos champán en el mismo vaso.
Supongo que si no hubiese sido tan estúpido, aún estaría a tu lado.. y hoy tan solo un chico joven intentando ser amado.
Nadie te podría hacer tanto daño como el que te hice yo, pero nadie podría amarte como lo hago yo. Prometo no tomármelo como algo personal, si te vas a ir con ese tipo nuevo. Porque cariño, pareces feliz, sí. Mi amigos me dijeron que algún día yo lo sería también, y hasta entonces, sonreiré para esconder la verdad. Pero sé que era feliz estando contigo.
Me senté en una esquina de la habitación. Todo me recordaba a ti. Bebiéndome una botella de whisky hasta vaciarla, y diciéndome a mi mismo que eres feliz. ¿Lo eres?
Agustina.

12/2/17

Te amo, te odio.

Me sentí usada, pero aún así te seguía extrañando y no le podía poner un fin. Solo quería sentir tus besos en mis labios. Y el tiempo pasaba y nunca pude decirte porqué me dolía cada vez que te veía. Me daba cuenta de cuanto te extrañaba.
Te amé, te odié, odié amarte, necesitarte. Y no pude poner a nadie por encima tuyo. Pensaba que la necesitabas, que la querías y yo nunca iba a ser ella. Te extrañaba cuando no podía dormir, cuando tomaba un café, o cuando no podía comer. Te extrañaba en mi cama y siempre me pregunté si me extrañabas. Pero no podía ser así. Estuve perdiendo el tiempo por ahí y aún seguía enganchada a vos. Si te hubiese tratado como lo hiciste conmigo no te hubiera gustado. Te tendí la mano y no la agarraste. Te escribí un mensaje pero luego lo borre. ¿Alguna vez te preguntaste lo que podríamos haber sido? Dijiste que nunca me dejarías, y lo hiciste. Te acostaste conmigo y me volviste un desastre. Intente crear distancia para tratar de olvidarte, quise irme de la ciudad para dejar de recordar. Traté de seguir adelante, de entender porqué a las personas
que les hago bien me hacen mal. En porqué tenia que pasar tantas noches sola. Siempre creí que te importaba una mierda sobre mi.
Habia escuchado que encostraste a quien estabas buscando, ojalá no hubiera sabido que era yo, porque incluso después de todo este tiempo aún me seguía preguntando, ¿Por qué no puedo seguir adelante al igual que tu lo hiciste tan fácilmente? No quise saber si estabas mirando sus ojos, si te estaba sujetando tan cerca como lo hacia yo. Solo esperaba que estuvieras acostado junto a alguien que sepa amarte como yo. De vez en cuando pensaba que querías que apareciera en tu puerta, pero tuve demasiado miedo de estar equivocada.
Supongo que no lo estaba.
Agustina.


28/1/17

Mi perfecto desperfecto.

No podemos borrar los errores, no podemos retirar las palabras que ya fueron dichas ni las heridas que ya son cicatrices. Podemos volver a comenzar dejando los reproches y malos momentos atrás. Volver a comenzar ahora que nos hemos equivocado lo suficiente como para no hacerlo de nuevo. Volver a comenzar, si realmente ambos lo deseamos, si realmente estamos dispuestos a hacerlo bien esta vez.
Nadie podrá significar lo que significas para mí. Podríamos enamorarnos de nuevo, pero nunca de esta forma. Nunca nadie te podría reemplazar.
Cometimos muchos errores, dijimos tantas cosas, nos despedimos tantas veces hasta que cuando por fin nos deshicimos el uno del otro, caímos en cuenta de que no era lo que realmente necesitábamos.
Me da risa pensar lo perfecto que se vuelve alguien al quererlo; el olor a pies, la voz ronca, sus ojeras, el cabello despeinado, todo eso te parece tierno.
Es impresionante lo mucho que se puede llegar a querer a alguien, que los defectos, aunque los veamos, se vuelvan motivo de ternura, risa o admiración; sus berrinches, los pelos parados por la mañana, la cara lavada, sus ruidos extraños, incluso cuando hace el ridículo frente a todos… es hermoso.
Es hermoso también llegar al punto de tener tanta confianza, en la que no necesitas “quedar bien”. Sos natural, sos vos, porque sabes, que al igual que él, sos perfecta siendo imperfecta. Sos perfecto con tus rodillas chuecas y los lunares de tu espalda; con esa ropa de invierno que usas en verano, aunque no te bañes seguido, aunque tengas mal humor y rompas todo. Sos perfecto aunque comas como un cerdo a cualquier hora, con esos ojos, esa nariz y esa boca. Sos perfecto con lo que no te gusta de vos, porque a alguien le encanta…
Quiero amarte así, desperfecto, y quiero que me ames aunque sea un desastre.
De Agustina. Para Diego.

7/1/17

Seguiré bailando sola.

Alguien me dijo que tenías una nueva amiga. ¿Te quiere ella más que yo?. Me siento como si hubiera un gran cielo negro encima de mí. Sé dónde estás, y apuesto a que ella está cerca de ti. Sé que es una tontería, que no me comporto como debería, pero tengo que verlo yo misma.
Estoy en la esquina viendo como la besas. Estoy aquí mismo, ¿porqué no puedes verme? Te estoy dando todo, pero yo no soy la chica a la que te llevas a casa.
Es algo bueno que las lágrimas nunca se muestren en la lluvia torrencial. Ahora nada bueno podrá compensar todo el dolor que siento, no habrá otra oportunidad para mí nunca más. Solo siento un dulce dolor cuando estoy mirando tu espalda cuando te vas, mientras estoy mirando que te alejas con ella de la mano. Y ahora que te has ido, es como un eco en mi cabeza y comienzo a recordar cada palabra que dijiste antes. Nunca sabrás todas las maneras en que lo intenté, todas las veces que estuve esperándote. Es difícil fingir una sonrisa cuando siento que estoy cayendo a pedazos por dentro, pero tu nunca fuiste, y nunca serás mío. Por primera vez, no hay piedad en tus ojos y el frío viento está golpeando mi cara y te has ido, y te estás alejando, y estoy desesperada. Ya no quiero hacer nada, porque no me ves de la manera que desearía.
Voy a bailar toda la noche. Estoy hecha un lío, tan fuera de tono, con mis zapatos altos y botellas rotas, yo estoy dando vueltas en círculos un poco mareada, y me siento triste por no estar ahí contigo. Estas tan lejos, pero aún tan cerca. Las luces se encienden, la música se apaga, pero tu no me ves ahí de pie. No es a mi a quien ves. Seguiré bailando sola...
Agustina.

18/12/16

Quédate conmigo.

Quédate con quien se quede contigo y te elija cada día. Con quien apueste por ti y se esfuerce por sorprenderte a cada instante. Quédate con esa persona que te busque a todas horas, te necesite para sentirse completo, te eche de menos en cada “hasta luego” y le sobren excusas para verte de nuevo.
Quédate con quien sea buena persona, no baje nunca los brazos y sepa que para conseguir mantenerte en su vida deberá conquistarte cada día. Quédate con quien te inspire, te haga improvisar, querer ser mejor persona, saque la mejor versión de ti mismo y te dé un millón y medio de razones por las cuales reír.
Quédate con quien te admire, crea en ti y haga fácil lo difícil. Con esa persona que te cuide, te proteja y te arrope por las noches.
Quédate con quien esté dispuesto a esperar. Con quien a base de hechos te demuestre que puedes volver a creer, a confiar. Esa persona que te recuerde cada día lo hermoso que eres, y que eres muy especial.
Quédate con quien no entienda de estrategias ni de orgullo, con quien sea valiente y no se rinda. Que tenga claro que vale la pena luchar por ti y, dejarte escapar sea simplemente una opción que desconoce.
Quédate con quien de verdad te quiera conocer, conocer la versión real de ti, con tus virtudes y tus defectos, con tus miedos y manías. Quédate con quien sepa escucharte, te dedique su tiempo y te tienda la mano cuando no estés bien. Quédate con quien te tiente, con quien te rete constantemente, con esa persona que te haga descubrir rincones de ti mismo que desconocías.
Quédate con esa persona en la que no puedes pensar sin sonreír y consigue hacerte temblar con cada beso. Esa persona a la que puedes decir tanto con sólo mirar.
Quédate con quien te dé paz y tranquilidad. Con quien quiera ser tu cómplice, escribir capítulos contigo, descubrir nuevos hobbies y lugares junto a ti. Quédate con esa persona para la que a pesar de todas tus imperfecciones, seas perfecto, para quien no exista nadie más. Quédate con quien sienta que contigo, su rompecabezas encaja. Con quien no piense a dónde llevará el camino, con quien simplemente tenga claro que quiere descubrirlo a tu lado.
Pero sobre todo, quédate con quien te haga darte cuenta de que, como mínimo, mereces todo lo anterior. Con esa persona que sepa que andaba sin buscarte pero que andaba para encontrarte. Porque sólo alguien que sepa verlo estará a tu altura, a la altura de merecer que compartas tu vida, tus risas, tus sueños, tus ganas de vivir, tus locuras, tus momentos buenos y malos, pero ante todo, tu tiempo que nunca volverá.
Así que, no te conformes nunca, no te quedes con nadie hasta que lo bueno sea lo mejor y lo mejor sea excelente. No te conformes hasta que encuentres a esa persona que te diga:
“Me pasé la vida imaginándote, no es momento para ser cobarde”.
Agustina.

7/11/16

Ausencia.

Corro queriendo olvidar tu recuerdo, ese que me persigue cada vez que me detengo. Me sigues a donde yo vaya y no puedo verte, ¿como hago? ¿como te olvido de una vez por todas?. Este dolor me esta matando, me consumes. Te amo.
¿Como puedo sacarte de mi mente? si cuando me acuesto sobre la almohada siento tu perfume, y miro hacia los costados, te busco, miro hacia la ventana y solo veo ese camino que me enseña por donde te fuiste. ¿Donde estas? ¿quien te cuida? no lo sé. Solo sé, que me mata el necesitarte y no poder tenerte, no poder abrazarte. Me dueles en el cuerpo y en la mente. Me siento tan vacía. Quiero tomar tu mano de la que me retuviste, quiero respirarte y tenerte vivo, sano, como antes. Aunque estés lejos, siento que te aproximas en esta noche eterna, pues el amor que sentimos nos une. Si no te escribiera estos versos, si de verdad vinieras... te quedarías conmigo como quisieras.. ¿Donde estas ahora? ¿donde estas?...
Pasa el tiempo y no me acostumbro a tu ausencia. Quitame la esperanza de encontrarte, quitame esta agonía. Toma estas píldoras y has que me muera para volver a verte.
Agustina.

22/10/16

Si no es ahora, ¿cuando?

Yo lo quería, aunque nunca se lo haya dicho con palabras, aunque nunca se lo haya podido demostrar como yo necesitaba. Pero él lo sabia, él.. él me conocía tanto en poco tiempo, y supo decifrarme como nadie jamas lo había hecho, nadie me había descubierto. Él me sacó todas esas mascaras que yo tenia delante de mí, y sin que me diera cuenta, me abrió los ojos a la realidad, me mostró lo hermoso de la vida, de lo valioso que es el tiempo y que hay que aprovecharlo, porque cuatro horas bastaban para que alegrara mi día. Él me sacaba las mejores sonrisas, me miraba como si yo fuese la mas bonita, y él también lo era. Realmente lo quise, quería decírselo. Me quedo con la angustia de que el piense que no significaba nada para mi, y era todo lo contrario. Significaba todo. Me gustaba tanto, sus ojos, sus labios, su pelo, me encantaba cuando lo venia venir por la puerta y sentía su olor a perfume caro. Me gustaban sus chistes aunque no los entendiera, cuando me hacia sonreír sabiendo que estaba triste. Me gustaba cuando me hacia saber lo importante que era para él, que aunque era difícil y no podíamos estar juntos, él hacía lo posible para estar unos minutos a solas, y yo no lo aproveche, yo tenia miedo y el miedo siempre se puso delante de mí para hacerme perder las oportunidades.
Ahora hablo en pasado, porque no lo tengo, porque ya no hay un camino donde podamos encontrarnos, pero recuerdo algo que él me dijo: "No te rindas… porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento, porque no estás sola, porque yo te quiero." y no me rendí.
Agustina.

17/10/16

Un océano entre nosotros.

Aleja tu mirada de mí para poder irme. Esto no tiene fin, ya hemos estado aquí antes, pero no puedo quedarme esta vez porque ya no te amo. Por favor, quédate donde estás, no te acerques más, no intentes hacerme cambiar de parecer. Estoy siendo cruel para ser amable. Hay tanto espacio entre nosotros, que quizá ya fuimos derrotados y todo cambió. Dices que estas cerca, pero te siento el doble de lejos.
No quiero continuar como si todo estuviese bien. Mientras más ignoramos todo, más habremos de luchar. Por favor, no te infrinjas, no puedo afrontar a tu corazón cuando se está rompiendo. Estoy intentando ser valiente así que deja de pedirme que me quede.
No somos los únicos que pasan por esto, no me arrepiento de nada. Cada palabra que dije sabes que las dije de corazón. El mundo es testigo de que eres parte de mi vida, pero quiero vivir y no sobrevivir.
Tonta que soy por caer enamorada de ti, y para pensar que me quisiste. Te llevaste mi corazón y entonces, todos mis sueños solo han desaparecido al igual que el humo de un cigarrillo. Tonta que soy por esperar que tú comprendieras.
Baja tus brazos, no quiero seguir peleando.
Agustina

13/10/16

Estoy aprendiendo...

Estoy aprendiendo a lidiar con tu ausencia. Estoy aprendiendo a sobrevivir sin ti. Estoy aprendiendo a sobrellevar el dolor del vacío que siente mi corazón. Estoy aprendiendo a mirar la puerta y saber que tú, ya no llegaras. Estoy aprendiendo a vivir los festejos, sin que tú estés en ellos. Estoy aprendiendo a vivir de
los recuerdos. Estoy aprendiendo a verme bien aunque mí corazón me duela. Estoy aprendiendo a no pensarte en las noches, para no verte en mis sueños. Nadie dijo que esto fuera fácil, pero hay un lugar en el
que siempre estarás y ahí no tengo que aprender a sacarte...en mi corazón vivirás eternamente.
Agustina

1/9/16

La chica de mi clase.

Hay una chica en el frente de mi clase, que juraría no haber visto nunca, no hace algo más que reír. Es alta e inteligente, hermosa y fuerte, y cuando alguien está triste, trata de arreglar todo lo que esta mal. ¿Como alguien tan perfecto se siente tan inseguro? para marcar su piel con cicatrices y quemaduras y seguir queriendo hacerse mas daño. ¿Como alguien tan amado aprendió a odiar su propio ser? dibujando una linea en su brazo con una navaja, como si su mente no fuera lo suficientemente oscura.
Hay una chica en el frente de mi clase, quien sus ojos están vidriosos como un cristal roto. El fantasma de una sonrisa se asoma en su rostro, y no cree cuando le dicen: "eres mucho más que eso".
Hay una chica en el frente de mi clase, que está tan triste, que encuentras extraño verla reír o sonreír. Sus amigos intentan animarla, pero todo lo que hace es cerrar sus ojos y perderse en sus pensamientos. Todo el tiempo llevaba una máscara, era una persona triste y sin embargo no dejaba ver lo que realmente era.
Había una chica en el frente de mi clase, quien ayer tomó su último aliento. Escribió una nota: "Lo lamento, no dije nada, pero mi mente esta arruinada. No me hubieran podido salvar de todas maneras... y para la chica del fondo de mi clase, que se siente de la misma manera que yo. ¿Como alguien tan perfecto se siente tan inseguro?".
Agustina.

9/8/16

Depresión.

_A lo mejor, por primera vez en mi vida, he tenido suerte. Debe de ser una señal del universo: si la única vez que uno tiene suerte es cuando planea su suicidio, es que, sin duda alguna ha llegado la hora de largarse..
Todo el mundo dice eso de que “el suicidio es la solución de los cobardes”. Supongo que sí lo es; es verdad, estoy tirando la toalla, rindiéndome. Escapando del agujero negro que me depara el futuro, evitando crecer para convertirme en la persona que me aterroriza ser. Sin embargo, el hecho de que sea una solución cobarde no significa que vaya a ser fácil. La depresión es un peso del que no puedes liberarte. Te aplasta, hace que incluso las acciones más insignificantes como atarte los cordones o masticar una tostada sean como el arduo ascenso a una alta cumbre. La depresión forma parte de ti; la llevas en los huesos y en la sangre. Si hay algo que tengo claro sobre esto es que no se puede escapar de ella.
Lo que no entiende nadie es que la depresión no tiene nada que ver con el exterior; está relacionada con el interior. Hay algo en mi interior que no funciona. Claro, hay cosas en mi vida que me hacen sentir sola, pero no hay nada que me haga sentir más sola y aterrorizada que la voz que oigo en mi cabeza. Nada nos destruye tanto como nuestra propia mente.
A partir de mi tristeza, ya nunca más me importó, ni ser un perdedor, ni carecer de amigos ni nada de eso. Además, nunca fui esa clase de chica a la que todos querían, o de la que alguien estuvo enamorado. Si mis padres me preguntaran porqué me veo así, probablemente no les diga la verdad, porque no quiero que piensen que me pondré mal otra vez.. Estoy aprendiendo a vivir sin necesitar a nadie, porque una parte de mi quiere sobrevivir.
Agustina.


16/6/16

Me salvé de otro suicidio.

"Era lógico que él era un imbécil, porque nunca pudo notar la tristeza detrás de su sonrisa, nunca pudo darse cuenta de lo que ella realmente significaba como persona y de lo que valía. Yo creo que nadie se merece esa sensación de duda por saber si lo quieren o ya no. Te acostumbraste tanto a ser una sombra, que se te olvidó que un día fuiste el sol.
Y entonces abres los ojos y te das cuenta de que en la vida real no se dicen esas frases de película, que nadie cruzaría un océano para abrazarte cuando tengas frío, que las historias de amor solo existen en canciones, que las personas cuentan mentiras, que siempre será mas fácil perdonar que olvidar, y que las cosas nunca vuelven a ser lo que un día fueron."
_Yo soy el desorden que elegiste. El closet que no podrás cerrar. El diablo en ti supongo, porque las heridas nunca curan, pero todo cambiaría si pudiéramos regresar los años atrás, si tu pudieras aprender a perdonarme, entonces yo podría aprender a sentir. Entonces podríamos quedarnos aquí juntos, y podríamos conquistar el mundo, pero no son más que solo unas palabras...
Fuiste tan fugaz que no llegué a amarte como hubiera querido. Vos te perdiste un amor incondicional y yo me salvé de otro suicidio.
Agustina.

14/6/16

Reencontrarse.

"Y ahí estaba yo, aguantándome las lágrimas, mientras sonreía diciendo que todo estaba bien.. Hice un gesto de que no pasaba nada, pero la verdad era que me había afectado.
No sabría decir qué es lo que ha sido distinto esta vez, solo que cuando me desperté me sentí más muerta de lo habitual. Despierta, sí, pero completamente vacía. La noche cae y, yo también.
Estaba cansada, y no de el tipo de cansancio que desaparece solo con dormir. Estaba cansada de la rutina, de las cosas sin sentido, de las personas que se van, de la forma en que llevo mi vida en general.
Me daba mucha vergüenza decirlo, pero, me había hecho ese corte en el peor momento de mi vida y no lo
había hecho en broma. Había querido acabar con todo en ese momento. Simplemente quitarme de en medio, porque en ese instante nada podría haber sido peor que lo que ya me había pasado.
El suicidio nunca fue la respuesta, y, en cualquier caso, quitarme de en medio era dejarles ganar a todos ellos. Pero yo odiaba ver en mi cuerpo las marcas de mi propia debilidad, me habría muerto de vergüenza si alguien las hubiera llegado a ver. Es absolutamente necesario suicidarse cada cierto tiempo, huir de uno mismo, perderse, levitar, ayunar, sentir el cuerpo vacío, agotado, dolorido. Beber, vomitar, tocar fondo, y luego no recordar nada. Estar ausente de todo. Para después, aferrarse de nuevo a la vida. Reencontrarse, vestir colores claros, andar a paso ligero y sonreír a los vecinos cuando te saludan en la escalera.
—¿Qué tal estás, preciosa?
—]odídamente bien, gracias".
Agustina.

26/5/16

Las cosas se están poniendo feas otra vez.

Estoy rodeado de gente, pero solo. Me hablan, hablan a mi alrededor, pero no los oigo. Finjo estar concentrado en un libro, pero las palabras bailan en la página, de modo que le digo a mi cara que sonría para que nadie lo note, y sonrío y asiento, y lo hago bastante bien.
No sé si alguna vez has sentido algo así. Que querrías dormir durante mil años o simplemente no existir. O no ser consiente de que existes. O algo parecido. Creo que querer eso es muy egoísta, pero yo lo deseo cuando me pongo así. Por eso estoy intentando no pensar… Las cosas se están poniendo feas otra vez.
Estoy feliz y triste al mismo tiempo. Todavía estoy tratando de de descubrir cómo puede ser eso posible.
De pronto, tengo uno de esos momentos que se tienen cuando has perdido a alguien, en los que te sientes como si te hubieran dado una patada en el estómago y te hubieses quedado completamente sin aire y piensas que nunca mas recuperarás la respiración. Ansío sentarme en este suelo asqueroso y llorar y llorar hasta que ya no pueda llorar más.
Agustina.

26/4/16

Carta a los recuerdos:

Si pudiésemos escribir en una hoja de papel, todos aquellos momentos que marcaron nuestra vida, todos aquellos instantes de felicidad y de tristeza que hemos pasado, todas esas experiencias vividas, que hoy nos hicieron lo que somos hoy. Un par de extraños que se amaron con locura. Un par de extraños que ya no se ven ni se saludan, que cuentan esta historia por separado.
¿Donde estarás? ¿serás feliz?, no lo sé. Te siento en todas partes, pero no estas en ninguna. A veces quisiera preguntarle a alguien, hacerte llegar un mensaje, algo que te haga recordarme, alguna palabra que te haga pensar en mi una vez más. Sé que ambos estamos en otro mundo, cada uno por su lado, inventando una historia nueva, pero créeme que me he estancado en esos años, de hecho nunca he podido olvidar ni un momento que pasamos juntos. Fueron los mejores años de mi vida, todos esos días estarán presentes hasta el día que me muera. Jamás me sentí tan completa con alguien, jamás me han querido tanto como lo has hecho tú. Eres la persona mas extraña y maravillosa que he conocido en mi vida. Nunca voy a poder borrar tu hermosa cara, tus caricias y tus abrazos fuertes. Nada voy a borrar porque no puedo, porque no quiero. Has sido increíblemente paciente y bueno, lleno de detalles, tan dulce y compañero como hoy ya no es nadie. Te agradezco por todo eso, y más. Siempre vas a ser la persona de la cual me enamoré perdidamente. Tuvimos una historia con momentos inolvidables, te guste o no, me guste o no, estés o no.
Hay días en los que te necesito tanto. Simplemente te extraño, como siempre y como nunca. Es raro, ¿no crees? Pero así es, te extraño por las noches, cuando veo las estrellas y sé que ambos estamos debajo de ellas, pero en diferentes distancias. Y duele.
Cuando me voy a dormir, siempre pienso en lo que éramos y me pregunto: ¿En un mundo paralelo estamos juntos? Quizás seamos compatibles, quizás nuestras manos encajen a la perfección. Quizá no ahora y sí en otro tiempo.
Veo a la gente, y todos mienten, no sé a quién creerle ya. Pero siempre vienes tú a mantenerme a salvo del mal, ahí vienes tú para tomarme en tus brazos. En mis sueños siempre vienes a salvarme. Cada día al caer la noche, duermes conmigo, aunque ninguna de esas noches estés junto a mí.
Hecho de menos esa sonrisa. Pero sigues siendo mi dolor, mi interés intenso, mi más triste ausencia, la sal que se escapa de mis ojos e inunda mis mejillas. Será que el primer amor nunca se olvida.
Me quedaré con la sonrisa que un día te robé, y haré que dure como cien mil años más.
Me gustaría poder decirte a la cara que ya fuiste y que ya no serás, pero algo dentro de mí grita, que todavía eres aunque ya no estés.
Agustina.



22/4/16

Mil atardeceres.

Conocí a un chico que me hizo llorar. Me dijo: "Aléjate de los de mi tipo". Le dije que apreciaba su honestidad y me alejé por un tiempo. Te has marchado tranquilo, no llamas, y ya nada es divertido. Podrías perderte y buscarte para siempre, buscando a la persona que tú nunca serás. Hemos estado tratando de compensar el tiempo para aprender de nuestros errores. Tal vez algún día vamos a encajar de nuevo juntos. Ahora tenemos que seguir el destino, ahora miremos hacia otro lado, encontraremos la fuerza para estar solos. Soy una soñadora pero es difícil dormir cuando tu cabeza está en otro lado. He estado sin descansar porque has desaparecido y eso es todo lo que me hace falta. Esto no puede ser amor si duele tanto así.
Luego de un par de meses estaba llamando a mi número, gritó y me reí por el teléfono y hablamos por horas. Dijo que quería ser músico, yo también; supongo que nunca hubiera funcionado. Pero en estas noches de verano, cuando el clima es el adecuado, lo extraño a mi lado... y cuando el viento sopla desde el oeste de las colinas, en estas noches de abril pienso en él. El chico que sin lugar a dudas me enseñó a amar, me enseñó a confiar y yo no me resistí.
Y nuestro amor era tan fuerte, era tan intenso y éramos jóvenes, y yo era un poco ingenua, pero aún así, ¡de que manera estuve en sus brazos durante mil atardeceres! Era un amor digno de recordar.
No escogí depender de ti, pero podrías venir para quedarte, no veo porqué tengo que vivir esta vida sola si ambos queremos estar juntos.
Agustina.


17/4/16

Tu casa de cartas está cayendo.

Definitivamente: Los días felices no son para mi.
¿Cuando se va a terminar todo esto? Me esfuerzo a través de otro día. No puedo explicar la forma en la que hoy se vino todo abajo en mi propia cara. Comenzaba a estar bien, y hoy tengo miedo de estar sola, miedo de que me dejaras cuando más te necesito. Tengo miedo de volver a casa.
Otra noche sin sueño de nuevo. Las habitaciones de hoteles son mis únicos amigos, y esto no tiene sentido.
_Son las 3 am, está frío afuera y no puedes dormir. ¿Es acaso tu conciencia hablándole a los demonios que guardas? Cada vez que intentas hablar, solo la locura se revela, así que, ¿cuándo decidiste abrazarte a lo que odias para sobrevivir? porque eso no fue lo que nos trajo hasta aquí.
Son las 8 am, y aún sin dormir, pero a nadie le importa. No sé por qué sigo en este lugar, si no me llevará a ninguna parte. No sé que es lo que ves, o lo que alguna vez viste en mí, porque al parecer, todos me hacen sentir invisible. Todas las promesas que me han hecho, parecen desvanecerse y me dejan con esta decepción de que esas palabras nunca se han de mostrar. Cuando el camino está acabado y estás pendiendo de un hilo, y tu casa de cartas está cayendo, solo recuerda lo que dije. No te vayas y sosténme.
Agustina.

5/4/16

Hermosamente acabado.

Lluvia de domingo, pasan los minutos y me odio, no puedo evitar mirar el teléfono. Aún conservo tus mensajes de texto, no puedo borrarlos. Te llamaría, pero sé que no estas solo. Tengo muy claro que no debo aferrarme a ti, entonces ¿porque no puedo dejarte ir?...
Es que cada vez que estoy contigo, de alguna manera olvido como respirar. Y aún sigo tratando de descubrir que significas para mi, pero tal vez todo lo que estábamos destinados a ser está hermosamente acabado.
¿Para que vamos a ir para atrás?, ¿por qué hacemos esa enorme estupidez?, ¿por qué hay un día en que no sabemos resistirnos y volvemos a marcar su número? Nada, no hay manera. Nos hemos acostumbrado a la idea de estar con alguien. He tratado de estar bien, pero es difícil cuando estas destrozado. Desearía tener la fuerza para desprenderme, pero no la tengo. Dejaste tu beso como un moretón en mis labios, y tus huellas están tatuadas en mi piel. Si no estoy hecha para ti, ¿por qué mi corazón me dice que si?.
Mátame con amabilidad y, por favor, dime hermosas mentiras.
Agustina.


24/3/16

Frío de invierno.

Estoy un poco desarmada, mis piezas ya no encajan como antes. Estoy rota y nadie puede repararme. No estoy triste, ni mucho menos, así que no sé porqué se me saltan estas lágrimas. Será este frío de invierno que me recuerda tanto a tus brazos, esta época que llega para recordarme lo mucho que te extrañé durante estos años. Y no quiero olvidar esa sonrisa, esa facilidad de reírme por nada, de esos tiempos en donde llorar era solo por un tropezón. Quiero recordar para siempre esas personas que marcaron mi vida, que hicieron de mí algo que ahora extraño, aquellas que amé con el corazón. Vivir el presente para mí, es estar atrapada en el pasado, esperando siempre que se detenga el tiempo y me devuelva al momento en el que empezaba a vivir. Esto no es vida, esto es una mierda. Como cuando estabas tan emocionado que algo hermoso sucediera, y de repente unas palabras lo cambian todo. El sentir que algo dentro tuyo se rompe y forzas una sonrisa, pero es imposible que los ojos no se nublen. Como el sentimiento de sentirte una cosa, algo que no tiene sentido, que va y viene sin rumbo, que a nadie le perteneces, que nadie te espera. Es el peor sentimiento que una persona puede sentir, porque lo único que se cruza por tu mente, es la muerte. No se puede ser libre, si todavía vas de la mano de algunos recuerdos.
Agustina.

Triste llamada.

Tomó el teléfono cuando sonaba el 3 tono:
—¿Sí?
—Soy yo.
—¿Quién?
—John.
—Ah, John, no tenía tu número guardado.
—Muy bonito.
—Soy un desastre, lo sé.
—Mira, precisamente te llamaba para hablarte de desastres.
—¿Qué?, ¿¡ha pasado algo!?
—Nosotros.
—¿Nosotros?
—Bueno, mejor dicho, lo que no nos ha pasado a nosotros. Qué desastre.
—No te entiendo, John...
—Es normal, cariño. Mira, yo te quiero.
—Vaya... no sé qué decir.
—No, si no tienes que decir nada. Estoy pagando yo la llamada.
—...
—Estoy algo borracho, ¿vale?
—¿Quieres que hablemos mañana mejor?
—No, no, espera, ¡no cuelgues! Mañana no me atreveré a hablarte de lo que siento.
—¿Y qué sientes?
—Sin ti, no siento mucho. No sé si me explico.
—Sí, pero, por qué sientes eso por mí.
—No lo sé, oye, ¿estás cosas podemos elegirlas?
—Supongo que no.
—Yo sólo sé que llegaste un día y empecé a escribir por ti.
—Qué bonito.
—Y qué triste.
—¿Por qué triste?
—Porque sólo escribo ojalás, esperanzas, como sueños bonitos y frágiles, que se rompen cuando me doy cuenta de que tú...
—¿De que yo...?
—De que... el plurar de tú es "ustedes" y no "nosotros".
—Yo ahora no estoy con nadie.
—Pero no estás conmigo. Y qué forma tan hermosa de morir.
—No hay formas hermosas de morir, John.
—Claro que las hay. Estamos muriendo ahora mismo, a cada instante. Y, por ejemplo, morir a tu lado sería hermoso.
—Vaya...qué bonito. Sigo sin saber qué tengo yo que te haya llamado la atención.
—Y yo sigo sin saber por qué sigo esperando trenes que ya han pasado. La vida es un poquito así.
—John, creo que me tengo que ir ya, ¿vale? Mañana hablamos.
—¡Espera!
—Dime.
—Seré breve: dueles.
—Lo siento...
—No te preocupes, cariño, a mí siempre me han dolido mucho las cosas.
—Hablamos mañana.
—Buenas noches, cariño.
—Buenas noches, John.
Y John se encendió un cigarro y empezó a consumirse, mientras sonreía, y por dentro lloraba, y pensaba en la mala suerte que tenía en eso del amor. Pero, bueno, qué vamos a hacerle, la vida es un poquito así. ¿Verdad?
Agustina.

17/3/16

Podríamos dejarnos llevar.

A través de la lluvia torrencial, he perdido las palabras para que nuestras piezas vuelvan a juntarse, para decirte cuanto me duele. Porque últimamente hemos estado rompiendo todo lo que hemos construido, y estoy cansada de sentarme a esperar sola en la oscuridad. Estoy mirando el asfalto, preguntándome donde estoy yo. Todavía hay una manera de hacerlo bien, encontraremos la fuerza esta vez, y dejaremos atrás los problemas. Porque aún por la mañana cuando despiertas, me gusta creer que piensas en mi, y que has soñado conmigo. Porque pasaría la mitad de esta mañana pensando en la camiseta con la que dormiste, pasaría todo el día escuchando tu mensaje que guardé y nunca voy a borrar. Algún día, nos encontraremos y nos reiremos acerca de cuando estábamos preocupados por lo que podríamos ser, entonces, tal vez, hablaremos de los viejos tiempos y sonreiremos en nuestras viejas costumbres. Siempre serás una parte de mi. Derramas el aceite en estas llamas, aceleras mi corazón otra vez... pero seguimos dando vueltas en círculos, ¿tiene que ser esto tan difícil? Podemos dejar las peleas si tu bajas la guardia. Podríamos hacer cualquier cosa que amemos, simplemente siendo llevados por el camino que el viento sopla. Podríamos hacer cualquier cosa que soñamos, si crees que esto podría funcionar.
Agustina.







14/3/16

Detrás de tu mentira.

Puedo ser fuerte cuando quiera. Crees que soy débil porque me puedes tener en tus manos con las cosas que dices, crees que tienes el control, pero no sabes que tan equivocado estas. Tu escoges lastimarme, porque una vez te hice sufrir. Pero todo lo que anhelas es atención y ser amado, necesitas ser amado.
¿No es suficiente el decirme que ya no sientes nada por mi?. Me has dicho que querías verme, y aqui estamos, pero supuestamente ya no me quieres. Y sé que estás mintiendo, porque en lo que se trata de nosotros, no puedes engañarme.
Dices que te has enamorado, pero no puedo entender, porque veo la verdad en tus ojos. Y no sabes como he peleado por ti, las cosas que he hecho y que solo quiero hacerte bien. Así que olvida lo que crees que ha sido cambiado, porque nada ha cambiado. Porque en tus ojos se ve, que estas enamorado de mí.
Y te daría el mundo si fueras mío, como lo fuiste ayer, como lo fuiste hace tiempo. Te daría mis fuerzas si yo no estuviera tan débil. Pero no tienes que ser tan malo en el modo en que juegas conmigo, cada vez que me ves frágil, te haces fuerte. Entonces no pretendas como si respiraras mucho mejor sin mi, porque el único que se esconde detrás de una mentira, eres tú.
Y si me preguntan por ti, diré que siempre estas conmigo, aunque no físicamente, pero sí en mis recuerdos. Y en todos estos años no te logré olvidar. Y cada vez que duermo en la noche, sigo soñando contigo, y te digo te amo. Cuando estoy al borde del suicidio y el dolor es tan grave que no lo puedo soportar, tu imagen se instala en mi cabeza, y solo puedo darme cuenta
que te amo.
Agustina.


9/3/16

No dejé de amarla aún.

...Y fue muy extraño. No dejé de amarla aún. Y sé que jamás podríamos volver a ser felices. La sonrisa de mi rostro te la llevaste tú. Y la nostalgia y la tristeza se hicieron dueñas de mí.
Quién iba a decir, que todo iba a terminar así. Ojalá algún día comprendas por qué me voy. Dejo nuestra historia plasmada aquí, para que cada vez que me necesites me encuentres fácil. Físicamente me marcho, pero un pedacito de mi alma se queda contigo...
Caminaba sin rumbo, en compañía de un viejo amigo, y te vi: con la mirada perdida, desorientada, con el peso de la soledad que cargabas en tus hombros. Cansado de dar vueltas en círculos, después de saludar a la misma gente de siempre, las mismas caras de todos los sábados, te vi, sentada en el cordón de la calle; te vi y me enamoré de tu belleza, de tu soledad. Ya no quise caminar más.
Pasaron los meses y ¡Cómo esperaba los fin de semanas, para tenerte en mis brazos!... qué felicidad irte a buscar, tan lejos de casa, para estar juntos... Pensar que el día que nos conocimos terminamos hablando por horas. Nuestro primer beso.. la inocencia.. los bellos tiempos.
Tanto tiempo juntos, que ahora me duele y me pesa tanto la soledad. Me acostumbré tanto a ti, que ahora sólo siento el vacío que queda recorriendo la casa. Te veo en todos lados amándome. Eras y serás siempre quien me despertó de ese largo viaje llamado: rutina.
 ...Me voy amor, por que ya no puedo vivir así: preocupado, esperándote, preocupándome si estás bien, si alguien te lastima y yo tan lejos... Ya no puedo concentrarme en mi trabajo, ni en mis estudios y vivo imaginándome los pensamientos más oscuros y horrorosos sobre ti. Ya no eres la que yo conocí. Y pasé de ser el amor de tu vida, a un desconocido.
Nunca te olvides que en los peores momentos, siempre estuve ahí, firme a tu lado, compartiendo tu tristeza, tus miedos y tus angustias; y aquellos días en mi ciudad, en los que con tan poquito nos divertíamos tanto. Nos teníamos el uno al otro.
Amor, si te cansé con mis sermones es porque te amé de verdad: con el alma, la mente y el cuerpo, que siempre me puse en tu lugar y en tus necesidades, que traté de dártelo todo y hasta lo que no tuve...
Guárdame en uno de tus cajoncitos de madera como lo más puro que tuviste, y no vuelvas nunca hacia atrás, siempre para adelante. Que ojalá algún día encuentres a la persona que sea indicada para ti. No pierdas tus ganas de bailar y de reír siempre. Y acuérdate que lo material va y viene siempre, pero el amor perdura con el paso del tiempo. Que no estas sola, que nunca es tarde para empezar de nuevo, una nueva vida.
Me voy lejos, pero tranquilo, para matar de a poco tu recuerdo. Que te quedes tranquila que voy a estar bien, y que aunque ahora soy prisionero de mi angustia, sé que mañana...mañana de nuevo sale el sol para los dos.
Te guardo para siempre en mis recuerdos mas preciados...
Te amo.
Agustina.


25/2/16

Carta a alguien que se suicidó.

¿Donde estás? ¿Y por qué te fuiste? Supongo que nunca lo sabré. ¿Fue porque te hice enojar? ¿Porque intenté ayudarte? ¿Porque no te respondí cuando lanzaste piedritas contra mi ventana? ¿Y si te hubiera respondido? ¿Que me habrías dicho? ¿Habría podido convencerte de que te quedaras o de que no hicieras lo que hiciste? ¿O habría sucedido igualmente?.
¿Sabes que ahora mi vida ha cambiado para siempre? Antes pensaba que era así porque tú habías llegado a ella y me habías enseñado a reconstruirme y, con ello, me habías obligado a salir de mi habitación y abrirme al mundo. Incluso cuando no estábamos de excursión por la escuela, incluso desde el suelo de tu vestidor, siempre estabas enseñándome el mundo. Pero no sabía que el cambio para siempre de mi vida iba a ser porque me quisiste y luego te fuiste, y de un modo tan definitivo como este. De modo que supongo que al final no eras tan feliz, aunque me hiciste creer que si. Supongo que no fui suficiente.
Jamás te perdonaré por haberme abandonado. Ojalá tú sí pudieras perdonarme. Me salvaste la vida.
¿Y por qué yo fui incapaz de salvar la tuya?
Agustina.

11/2/16

Te espero.

¿Me dejarás entrar si un día abres la puerta y ves que soy yo, otra vez? o tal vez, ¿me pedirás que me vaya porque ya perdí todas mis oportunidades?.. Me lamento esta noche por tantas cosas que dejé pasar, por tantos momentos que perdí por ser una idiota y que pude haber aprovechado a tu lado. Hoy te miro de lejos y me alegra con todo el corazón verte feliz, pero por dentro me parte el alma darme cuenta que ya no soy la razón de esa felicidad. Todo fue culpa mía, por haberte dejado, creyendo que estaba haciendo las cosas bien, creyéndome a mi misma que era lo mejor para los dos; y te perdí, te perdí tanto que ni una parte tuya me dejaste. Todo lo que componías se marchó, hasta tu perfume me dejó sola. Sé que es tarde para expresar lo que siento, para lamentarme y llorar por los rincones, pero es que ni una vez dejé de pensarte, ni siquiera un solo día dormí tranquila sin prensar en vos, sosteniendo la duda si pensabas en mi cuando te acostaras. Obviamente me voy a morir no sabiendo nada. Ya no puedo tocarte, ni mirarte, ni mucho menos hablarte. Ya está. Todo se marchó, todo se fue. Ya es muy tarde para volver, porque ni tu sombra se quedó. Y esta bien, es lo mejor que pudiste haber hecho, alejarte de mi tal como te lo pedí, pero en el fondo nunca quise que te fueras.. ¿Porque no me buscaste?, ¿Porque no me llamaste un puto día diciéndome que no podías estar sin mi? o nada, solo escuchar tu respiración y saber que estabas ahí, marcando mi número. ¿Porque mierda no me buscaste?. Me dejaste ir tan fácil, y yo agarré mis alas y volé, volé tan lejos confiándome de que iba a encontrar un lugar mejor que no sean tus brazos, confiándome que iba a estar mejor que al lado tuyo, que iba a perderme en cualquier lugar, menos en tus ojos.. me salió todo mal. Mi vida esta mal. Ahora decime, ¿que hago con estos brazos que  te esperan abiertos cada día?, ¿que hago con estas manos que necesitan tocarte?, ¿que hago con este espacio vacío en mi vida?, ¿¡que hago con mi vida!?, que desde que te fuiste no sé ni donde estoy parada. Te perdí y me perdí a mi misma, no me pude encontrar. Algo de mí, se fue con vos, estoy segura. Y en algún minuto de tu vida, si lees esto, aqui te espero siempre, con todo el dolor del mundo, y con el corazón abierto, yo te espero.
Agustina.

21/1/16

Déjalo ir.

He estado sin dormir por las noches, porque no sé como me siento. He estado esperando que tú, solo digas algo real. Hay una luz cegadora en la ventana del salón y creo que lo sabes, la mañana ha llegado y tengo que marcharme. No sé por qué necesitamos romper tan fuerte, no sé por qué nos dejamos ir así, como si no valiera la pena todo lo que tuvimos. Pero si miro hacia atrás, desde donde comenzamos, abro los ojos y sé que lo que vi, era verdad. Estuve enredada en tus mentiras, en una historia que no era verdadera, y me creaste ilusiones haciendo que finalmente te amara. Y amor, aún hay una llama en mi corazón, pero no estoy ardiendo por ti. Empezamos esto mal y lo sabes, lo hemos destrozado demasiado y no supimos arreglarlo, ahora debemos terminarlo. ¿Quien dice que la verdad puede ser hermosa después de todo?, y quien dice que el amor debió lastimarnos cuando caímos...
Pero si fuimos lo suficientemente fuertes para dejarlo entrar, somos lo suficientemente fuertes para dejarlo ir.
Agustina.

Respira.

Ahora que te has ido, los días de la semana son iguales a un domingo aburrido. No encuentro consuelo ni refugio en nada de lo que me rodea. Me estoy rompiendo en mil pedazos otra vez, después de estar tanto tiempo recomponiendome...
Estoy respirando y tratando de no caer, quisiera que estés aqui conmigo, porque todavía te quiero como siempre te quise. Estoy respirando y creyendo que vas a volver; por favor vuelve, necesito tu amor.
Estoy sobre el suelo mirando el cielo, no puedo moverme. En mi cabeza no hay lugar para alguien más. Mi corazón después de ti se cerró. Todavía recuerdo la ultima vez que me miraste, tus ojos eran fuego y el corazón se congeló. Siento que estoy cayendo otra vez, y me cuesta seguir adelante. Ahora que no estás, pienso que quizás no intenté lo suficiente, quizás no te di lo mejor de mí. Si tan solo hubiera una manera de
hacerte saber que estoy arrepentido. Si tan solo tuviera un teléfono, una dirección para encontrarte. Si tan solo te hubieras quedado conmigo, no estaría caminando solo por la carretera buscándote.
Agustina.


11/1/16

La vida, le dicen.

Nadie habla de los besos que le damos a las fotografías cuando nadie nos mira. Ni de la forma en que nuestros recuerdos nos invaden cuando tenemos los audífonos en un viaje junto a la ventana. Tampoco hablan sobre las lágrimas que derramamos sobre aquellos mensajes de texto, ni de esas llamadas a distancia donde el corazón se nos desborda. Nadie habla sobre las despedidas que nos marcaron para siempre, ni de los deseos a las estrellas, a nuestros seres amados. Nadie habla de aquellas cartas que nunca se enviaron, nadie habla sobre aquella flor muerta en nuestro libro favorito. O de como se siente cuando alguien nos abandona, o como entra en nuestra vida. Nadie dice nada, porque no es necesario. No hay palabras. Sólo están las sensaciones, porque en algún momento sucede y se da sin siquiera nuestro permiso. No es necesario que se escriban poemas. Sólo saber que somos nosotros mismos cuando, precisamente, nadie se percata, ni está para ver esa sonrisa estúpida que ponemos si esa persona nos envía un mensaje o si la vemos un día cualquiera, por pura casualidad.
La vida, le dicen. Y es preciosa.
Agustina.

30/12/15

Si alguna vez quieres enamorarte.

Entiendo que estas nervioso, yo también lo estoy. Hace tanto tiempo que no hablábamos que hasta ahora no sabemos ordenar bien las palabras. Me niego a mentirte y decirte que no estoy feliz de poder estar frente a tus ojos, de hecho, es para mi tan importante como casi imposible sentarme de nuevo a mirarte. Hablando por horas de una vida distinta, de pronto estábamos rodeándonos en recuerdos. Eramos cercanos, tan cercanos que nos conocíamos totalmente. Eramos jóvenes, estábamos uno al lado del otro siempre. No sé cuando empezamos a perder el contacto.
Tal vez te odio un poco, te veo distinto. Ni en corazón ni en alma te pareces al que amaba, y hasta tu cuerpo cambia, pero es más hermoso, quizá por imposible y por lejano. Pero el odio también me modifica a mí misma, y cuando quiero darme cuenta, soy otra que no odia, que ama a ese desconocido, cuyo nombre es el tuyo, que lleva tu apellido, y tiene, igual que tú, el cabello marrón y esas pestañas alargadas. Cuando sonríes, yo te reconozco como si hubiese sido ayer que nos amábamos. Y vuelvo a verte, al fin, tal como eras, como sigues siendo, como serás ya siempre, mientras te ame.
Siempre hay algo que determina mi tristeza cuando te vas, que me impulsa a buscarte ciegamente, que me lleva a tu lado sin remedio: Lo que la gente llama amor, supongo. Y los ojos, mis ojos, te seguirán a donde vayas, fieles. Voy a venir hasta ti, si alguna vez quieres enamorarte. No voy a estar esperando, pero voy a estar dispuesta si me llamas.
Agustina.

22/12/15

Hazme olvidar.

Ya no hables amor, ya no son necesarias tus palabras. Estoy a punto de romperme a llorar, y es lo ultimo que haré ante tus ojos. Lamento mucho que tengas que verme de esta forma, nada agradable, demasiado triste. Lamento que hayas perdido el tiempo conmigo, conmigo que estoy pensando en otra persona. A pesar de eso, te amo, lo he hecho siempre, solo que no puedo borrar las imágenes de mi cabeza. Ya no me permiten descansar en paz, ya no puedo soñar con tranquilidad. Él aparece en mis sueños cada vez con más frecuencia, y temo decir su nombre a mitad de la noche en tus brazos. Lo siento amor, nunca quise hacerte daño. No es que te esté dejando por alguien más, te estoy dejando porque te mereces a alguien mejor que yo. Todo este tiempo juntos fue lo mejor de mi vida, no cambiaría ningún momento que viví a tu lado, porque de hecho fueron perfectos. Siempre estuve para ti, y fue con mi total conciencia de entregarte todo, jamás me arrepentiré de haber compartido un solo minuto a solas contigo. Fuiste lo mejor. Fuiste quien estuvo todo el tiempo pendiente de mis emociones, de mis gustos, de absolutamente todo lo que yo era, y te agradezco por eso.
Créeme que quería con todo el corazón que esto funcionara. Soñaba con estar siempre juntos y ahora, son solo sueños rotos...
No te disculpes, no eres tú quien ha hecho las cosas mal. Algo esta llamando la atención en mi cabeza, y ya no puedo soportarlo. Confía en mi, no quiero a nadie, no puedo abandonarte, no quiero dejarte, pero sería muy egoísta pedirte que sigas conmigo. Si eres capaz que hacerme olvidar a ese viejo amor, por favor quédate a mi lado. Y si eres un poco inteligente, te iras de mi lo mas lejos que puedas.
Agustina.

2/12/15

Adiós mi amado.

Anoche quise decirte algunas cosas, pero no pude, siempre me es difícil decir qué pienso o siento cuando te tengo cerca, por eso elijo la mentira o el disimulo en esos momentos para esconderme.
Esto explica por qué estas leyendo este papel en lugar de estar escuchando mi explicación. Ya me conoces, ¿no?. Quizá para mi sea más fácil expresarme por escrito que frente a tu mirada.
Quiero que sepas que he decidido olvidarme de ti. Que mi mente no recuerde nunca más nada tuyo. Tengo demasiadas ilusiones rotas como para seguir imaginando nuevas y sólo recibir indiferencias. Siento ser una molestia en tu vida. No digas que no. No pienses ahora que no.
Sé que me quieres, pero tienes tu vida, y yo únicamente paso y estorbo; cualquier ciego puede verlo. Las razones se han juntado para decidir: serán estos los últimos días que nos hablaremos y pronto no sabrás de mí ni yo de ti. Voy a olvidar todo. Tu dirección, tus mensajes; tristes, dulces, alegres...  sólo sirvieron para crear falsas expectativas.
Estoy cansada de desearte y encontrar siempre una respuesta fría y distante. No quiero que mi mente imagine momentos que no van a suceder; porque eres distinto, porque te imagino distinto; y cuando llega la realidad, en ese momento, lo imaginado no sucede, y me siento mal. Peor aún, me siento desamparada, desprotegida, demasiado olvidada.
Hoy, después de verte sonreír con todos, me he dado cuenta que nunca te voy a tener. Que de nada sirve tenerte en mi mente, en mi corazón. Que no puedo evitar los celos de verte sonreír, de no sonreír conmigo. Entiendo que es mejor olvidar tu existencia al fin. La distancia y las ocupaciones harán su trabajo. La memoria no es tan fuerte, el corazón no es tan tonto.
Si te olvido ya no sufriré, ni crearé ilusiones débiles en mi corazón, ni pensaré en ti como en un hombre. Así entonces, todo va ser mejor para ti y para mí. Para mí por las razones que te explico, para ti porque ya no tendrás esa piedrita en el zapato que te molesta.
Estamos acá, al final. No pienses que soy trágica o melodramática. Existe la necesidad de dar vuelta a la página para poder seguir. No importa si el final es alegre como imaginé o triste como está sucediendo.
No hay nada más que decir.
Que seas siempre feliz.
Agustina.

20/11/15

Para ti.

Todavía sigo escribiéndote sin que me leas, sin que siquiera sepas de este pequeño mundo que he creado para ti. En cuanto a mis palabras y cada historia que he creado, te juro que todo es verdadero y sumamente sincero. Todo esto fue para ti, por si algún día me extrañas, y piensas en buscarme, ojala me encuentres, y te puedas tropezar con esto.
Parece que somos dos extraños, nos hemos vuelto muy lejanos y ya no se nada de ti. Pasó muy rápido el tiempo, pero te recuerdo como si hubiese sido ayer que te tenia entre mis brazos.
Te recordé esta noche más que nunca, porque afuera esta estrellado y me encuentro sola, porque hace calor y siento miedo al caminar a casa. Ya no puedo tomarte de la mano, ya no puedo correr junto a ti. Te extraño, y daría lo que fuera por verte una vez más, por poder acariciarte y sentarme a tu lado un momento para escucharte contarme todas las locuras que has hecho sin mi todos estos años. Créeme que tengo todo el tiempo del mundo para escuchar tus historias.
Estoy feliz de que hayas encontrado a alguien que haya curado tus heridas, aquellas que yo te causé. Pero en el fondo hay un dolor interno que me sigue doliendo desde el día en que te perdí. Me siento morir en tus recuerdos. Cuando me recosté en la cama lloré, y tape mi boca. Mi pecho dolía demasiado, y las lagrimas dejaron una marca en mi almohada donde tu habías dormido alguna vez. Estoy muy feliz por ti, no creas que no, es que estoy triste por mi, por haberte dejado. Por no poderte olvidar después de tantos años.
Agustina.

19/11/15

Seguirá pasando la vida.

Desde este mismo instante seremos dos extraños por estos pocos días, quién sabe cuántos años. Yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido, uno de esos que nadie confiesa haber leído. Y así mañana, al vernos en la calle, tú bajarás los ojos y apurarás el paso. Y yo discretamente, me cambiaré de acera, o encenderé un cigarro, como si no te viera. Seremos dos extraños desde este mismo instante y pasarán los meses, y tendrás otra amante. Y como eres hermoso, sentimental y fiel, quizás, andando el tiempo, te casarás con ella.
Y ya, más que una mujer, será como una amiga, aunque nunca le cuentes que has soñado conmigo. Y aunque, tras tu sonrisa de hombre satisfecho, se te empañen los ojos al llegar una fecha.
Acaso, cuando llueva, recordarás un día en que estuvimos juntos y que también llovía. Alguna vez harás un gesto mío, tal vez sin darte cuenta, cuando dobles tu almohada con tu mano soñolienta. Espero que sí recuerdes.
¿Qué mas puedo decirte? Ella será la mujer honesta haciéndote feliz con todas las cosas que a ti también, y así, pasarán años y años, hasta que, finalmente, me hayas olvidado. Yo seguiré soñando mientras pasa la vida, y tú te irás borrando lentamente de mi sueño. Y quizá poco a poco, dejaré de escribir sobre las desilusiones y los aburrimientos. Dejaré de escribir sobre ti.
Acaso nos veremos un día casualmente al cruzar una calle y nos saludaremos. Yo pensaré quizá: " qué lindo es todavía" y tú quizá pensarás: "se está poniendo vieja". Tú irás solo o con ella. Yo iré sola o con alguien. O tú irás con un hijo que debiera ser nuestro.
Y seguirá pasando la vida, año tras año. Un amigo, algún día me dirá que te ha visto, o una canción de entonces me traerá tu recuerdo. Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas, pensaré en ti un instante, pero cada vez menos. Yo ya te habré olvidado definitivamente, y sobre mis rodillas se sentarán mis nietos. (Y quizá, para entonces, al cruzar una calle, nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos).
Y una tarde de sol me cubrirán de tierra, las manos para siempre cruzadas sobre mi pecho. Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos, te pasarás las horas bostezando y renegando, y cada primavera renacerán las rosas en aquel rincón, aunque tu estés viejo ya, y aunque yo me haya muerto.
Agustina.


15/11/15

Sencillos deseos.

Hay días que están hechos para morirse o para llorar. Días poblados de fantasmas y ecos, en los que ando sobresaltada, pareciéndome que el pasado va a abrir la puerta otra vez y que hoy será ayer.
Tus manos, tus ojos, tu estar conmigo, lo que hace tan poco era tan real, ahora tiene la misma textura del sueño.
Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en mi pelo, y tus besos en la espalda. Que me dijeras las más grandes verdades, o las más grandes mentiras. Que me dijeras por ejemplo que soy la mujer más hermosa del mundo, que me quieres mucho, cosas así, tan sencillas. Que me quedaras viendo a los ojos como si tu vida entera dependiera de que los míos sonrieran. Quisiera ahora mismo una caricia tuya que me haga olvidar por completo el pasado de donde vienes.
Es larga la noche, como el camino hasta tu casa por donde regreso, arrastrando los pies hasta mi cama solitaria. A dormir con tu olor impregnado en mi piel, a dormir con tu sombra. Esta nostalgia, este sueño que vivo, esta nostalgia con nombre y apellido, me hunde en el cuerpo, y me desangra en las venas. Nadie puede predecir el pasado, cuando ya quizás no somos los mismos, cuando ya quizás hemos olvidado el nombre de la calle donde alguna vez pudimos encontrarnos.
En los días buenos, de lluvia, los días en que nos quisimos totalmente, en que nos fuimos abriendo el uno al otro como cuevas secretas; En esos días amor, y ahora, en estos días secos en que tu ausencia duele y agrieta la piel, y las lágrimas salen de mis ojos llenas de tu recuerdo, a refrescar la aridez de mi cuerpo tan vacío y tan lleno de vos.
-Hubiera sido tan hermoso el mar desde nuestro castillo de arena. Ahora el agua se ha llevado nuestro castillo de arena en la marea alta.
Agustina.


8/11/15

Eres hoy vacío.

Recuerdo cuando me dijiste: "Son hermosos los ojos húmedos y me encanta el viento". Hoy deseo yo tus pasos, y revivo tus palabras. Y todavía amo la baldosa en la que pisaste, igual que la mesa de pino que aún guarda la caricia de tus manos. Sigo guardando el estropeado cigarrillo que olvidaste en el fondo de mi bolso. Recorro cada calle que anduviste, y sé, que amaste este camino por el que un día caminamos de la mano.
Dijiste: "Así soy yo, como esa música triste y alegre a un mismo tiempo". Y te amo, en el olor que tiene mi cuerpo de tu cuerpo. En el día aterido que tú estás respirando no sé dónde. En el polvo, en el aire, en esa nube que tú no mirarás, en mi mirada que te calcó y fijó en mi más triste fondo. En tus besos sellados en mis labios, y en mis manos vacías, pues eres hoy vacío, y en el vacío te amo.
Ni las noches insomnes, ni tu dulce retrato, ni el tiempo, pueden calmar mi pena de no verte. Y es la noche sin ti lo que yo escribo.Y yo tan sólo se hablar de la tarde sin ti y de mi tristeza.
Agustina.

29/10/15

En un tiempo, otro tiempo...

No es el tiempo el que pasa. Eres tú que te alejas y vas dejando caer todo aquello que amaste. Las horas que te hicieron feliz, los amigos en quienes le dieron refugio a tu tristeza, los sueños inacabados. Hasta a mi. Al final, vacías las manos y te preguntas en qué momento se te fue la vida, se te sigue yendo, como un hilo de agua entre los dedos. Te preguntas en qué momento te has perdido y no te has encontrado.
Detrás de mí estarán siguiéndome todas las cosas que amé. El silencio que nos unió, el arduo amor que nunca pudo vencer el tiempo, el roce de tus manos, las tardes junto al mar, tus palabras.
Pero fui una idiota por dejar que te marcharas. Cuando llegué te habías ido a los brazos de otro amor. Y no quise decirte: "Vuelve, perdóname esta vez, se me hizo tarde, fue un pequeño descuido de la vida, una leve distracción del destino". Me quede callada y guardé todo aquello. Aquel silencio que selló mis labios me hiere todavía el corazón.
Un breve instante se cruzaron tu mirada y la mía. Y supe de repente -no sé si tú también- que en un tiempo, otro tiempo, tus ojos y mis ojos se habían encontrado. Y esto de ahora, no era más que un eco, un recuerdo. Como una ola que regresa atravesando mares, hasta la antigua orilla.
Agustina.


22/10/15

Después de tu muerte.

"Me doy cuenta de que me faltas y de que te busco entre las gentes, en el ruido, pero todo es inútil. Cuando me quedo sola, me quedo más sola, por todas partes. Por ti y por mí. No hago nada mas que esperar todo el día hasta que no llegas. Hasta que me duermo y no estás y no has llegado. Y me quedo dormida y terriblemente cansada preguntando; Amor, todos los días... aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Pero me dueles. Insoportablemente me dueles. Nada queda de mí después de tu muerte.
Ahora estamos unidos para siempre. No importa que te hayas marchado, que la puerta no se abra más para esperar tus pasos, tampoco importa que mis manos no puedan rozar las tuyas. Andas conmigo, vas, vienes a mi lado, y miras con mis ojos el ocaso. Oyes el viento en la noche cuando pasa estremeciendo las ventanas, y me sigues constante por la oscura comarca del insomnio. Revestido de ausencia, tu perdida presencia me acompaña."

Si donde estés, tú oyes que alguna voz te nombra, seré yo que en el viaje te recuerdo.
Agustina.



12/10/15

"Carta - A quien ya no está"

Te extraño. Seis años han pasado y todavía deseo poder regresar el tiempo hasta aquel verano de 2009. Recuerdo todo, compartiendo nuestro café matutino, caminando juntos por el parque en un hermoso día, y ver tu mano tomando la mía, que me aseguraba que no debía preocuparme de nada porque nuestra vida era buena. No tenía idea de que la vida estaba a punto de enseñarme la lección más dura de todas. Aprendí el intenso dolor de perder un ser amado de repente, sin previo aviso, y sin tener el tiempo para un último abrazo y la oportunidad de decir "Te Amo" por ultima vez. El dolor y la conmoción de perderte tan de repente esta conmigo cada momento de cada día. Es tan triste despertar y ver que tú no estas.
Cuando toqué el lado izquierdo de nuestra cama una noche, me di cuenta que seguía tibio. Ese momento ha quedado conmigo en los últimos seis años, y seguirá conmigo por siempre.
Agustina.

Que triste.

Que triste se ve todo desde esta perspectiva, si te metes dentro de mis ojos y vieras todo lo que yo veo. Si estas rodeado de gente falsa, de mentiras, de sentimientos inválidos. Que triste es estar en mi lugar, en mi mente, cuando los recuerdos hacen que quiera volver el tiempo atrás, cuando inundan mis ojos al empezar a llorar. Que triste es la vida cuando pasan los años y uno sigue estancado en el mismo lugar. Todo se pone más y más difícil, la vida te golpea una y otra vez hasta que caes y tratas de seguir adelante, pero a veces cuesta demasiado ser fuerte. Los años se van, y aún sigues pensando en esos momentos que te hicieron tan feliz, en esos tiempos donde poco te importaba todo, donde no existían las lagrimas de dolor, solo llorabas de felicidad. Esos tiempos donde pasabas las horas en cualquier lugar y nadie te dejaba solo, siempre había alguien que te acompañaba en las buenas y en las malas. Había alguien verdadero.
Mañana cuando ya no puedan encontrarse nuestros ojos, y vivamos ausentes, muy lejos uno del otro, que te hable de mí este libro como de ti me habla todo. Cada hoja es un recuerdo tan triste como tierno.
Quiero que sepas que ya hace muchos días estoy enfermo y pálido de tanto no dormir; que ya se han muerto todas mis esperanzas, que mis noches son negras, tan negras y sombrías que ya no sé ni dónde acurrucarme para dormir.
Agustina.

8/10/15

Buenos días, mi amor.

Son las cinco y diez de la madrugada, está a punto de pasar el primer autobús. Entra una brisa fresca por la ventana y suena una melodía, bajito y dulce. Se está acabando el paquete de cigarrillos que abrí mientras te observaba dormir. He visto en la televisión dos películas seguidas, me he tomado dos vasos largos de ron con mucho hielo. La vela de jazmín que he encendido hace unas horas se ha consumido hace un rato. De alguna manera, sigo sosteniendo este extremo del universo para que no caiga sobre ti. Un extremo donde suena la música muy bajito, la madrugada de verano es hermosa y fresca, y la luz suave. Donde el alcohol no hace daño y las sonrisas son dulces. Ya sé que es absurdo, pero pienso que mientras estés aquí despierta, no se desbaratará el cielo y la tierra seguirá girando bajo las estrellas con una cadencia perfecta. Pienso que, mientras tú duermes, alguien debe vigilar para que las pesadillas no te toquen. Alguien debe tener la luz encendida y quererte.
Dentro de un rato despertarás y no recordarás nada. Se apagarán las luces del edificio bajo el empuje de la luz del sol, y entonces yo me iré a dormir. Comenzará un nuevo día lleno de ruidos, el mundo volverá a ser un caos.
Huele bien la mañana recién hecha. Y la brisa es dulce sobre mis hombros. Es hermoso ver cómo es el mundo instantes antes de que sea real, con un trozo de hielo que se derrite con sabor a ron en la boca, mientras oigo que el reloj del vecino da las seis. Pasa el segundo autobús, y se acaba el disco. Un portero guarda los cubos de basura haciéndolos rodar con desgana. La calle se despereza. Pasa un coche. Alguien sube una persiana. Ahora suena una moto..
Estoy llorando, mi amor, y es de ternura. Y, seguramente, de ron. Pero son lágrimas dulces y porque me
gusta cómo te despiertas junto a mi al encuentro del día. Buenos días, mi amor.
Agustina.